viernes, 22 de junio de 2012

EL SECRETO DE MI VIDA...oneshot


POV RENESMEE
Hoy cumplía mi último año biológico…hoy mi cuerpo quedaría congelado en el tiempo al igual que el de mis padres y el resto de mi familia.

Siete años habían pasado desde mi nacimiento, pero mi cuerpo y mente reflejaban 17 primaveras.
Toda mi familia siempre me cuidaba y protegía, pero sobre todo me amaban y yo a ellos, Mis padres eran lo más importante para mí, bueno ellos y mi mejor amigo Jacob.

El era un licántropo, el era el lobo y amigo que había llenado estos 7 años de alegría y juegos haciendo que mi vida fuera mejor aún, mi familia siempre me había dicho que Jake era un íntimo amigo de nosotros los Cullen y para mí el era un hermano mayor, un hermano amoroso y protector, aunque algo dentro de mí me decía que todos ocultaban algo…detrás de mi amigo Jacob Black había algo más….

…Fui abriendo poco a poco los ojos mientras que la luz del sol se filtraba por mi ventana haciendo que mi piel mostrara su extraño centelleo.

Eran las 6:59 de la mañana, normalmente mi horario de sueño terminaba a las 7:00 y esta vez no sería la excepción, en punto de las 7 la puerta de mi habitación se abrió y toda mi familia entró de golpe dejando oir un "Feliz cumpleaños" y yo sonreí ante aquél sonido, toda mi familia tenía una voz melodiosa y a mi me fascinaba escucharlos hablar aunque para mí pareciese que cantaban.

-Felicidades hija, hoy cumples 7 años y ya eres toda una señorita, vaya que me costará hacerme a la idea-dijo mi papá mientras me daba un fuerte abrazo y me besaba en la coronilla.

-Hija, no puedo creerlo, en esta vida los años pasan más rápido de lo común, pereciera que fue ayer cuando aún eras un bebé-dijo mi mamá entre sollozos, la abracé y tocando su mejilla le transmití todos mis recuerdos que tenía cuando recién nacida, ella sonrió al igual que mi padre, claro el veía mis pensamientos y disfrutaba recordando de todo.

A lo lejos se oyó un dulce carraspeo, era mi tía Rosalie prácticamente mi madre quien buscaba llamar mi atención…

-Lo siento, pero la fila para felicitar a la princesa de la casa es un poco larga-dijo Rose y su voz era aún más dulce que otras veces, como sonido de campanillas agitadas por el viento.

Mis padres se apartaron pero no sin antes dedicarme una hermosa sonrisa, mi tía Rose se sentó al costado de la cama y en sus manos llevaba una pequeña cajita negra con un gran moño de seda rosa.

-Es momento de que todos sepan que eres toda una señorita Cullen, ábrelo espero te guste-dijo Rose mientras me extendía la caja y yo empecé a abrirla emocionada.

Dentro de la pequeña cajita habían unos hermosos broches para el cabello, hechos de oro, con pequeños diamantes de una sutil tonalidad rosa y en el centro estaba el escudo de la familia, los broches eran de una belleza casi imposible y además combinaban con todo, por lo tanto los usaría diario, mi tía Rose de verdad que había pensado en todo.

-Gracias! Gracias! Gracias!-le dije mientras la abrazaba.

-No tienes nada que agradecer, además esto no es nada comparado con la belleza que tu llevas contigo, tu eres la joya más valiosa de la familia y lo serás por siempre-dijo Rose mientras se levantaba para dejar espacio a mi tío Emmett.

-Ahora si tu padre me tendrá que dejar llevarte a cazar un animal salvaje y no solo ciervos, un puma o un oso irritado es un buen regalo de cumpleaños ¿no?-dijo mi tío y yo me emocioné, mis padres solo me dejaban cazar animales inofensivos pero ahora por fin me divertiría un poco.
-Emmett-se quejó mi padre

-Edward no seas aguafiestas! Sabes que ella es fuerte y no dejaré que le suceda nada-dijo Emmett, debo admitir que tenía buenos argumentos, esta vez mi papá no se podía negar.

-Renesmee, claro que me puedo negar-dijo mi padre al leer mi mente-pero esta vez no lo haré, tu podrás ir a cazar lo que quieras, y tu Emmett no te emociones con los osos pardos recuerda lo que pasó la última vez ¿verdad Rosalie?-dijo mi papá soltando una pequeña risa y mi tío se puso tenso, yo no comprendí el chiste y tía Alice lo notó.

-No te preocupes, lo que sucedió fue que hace algunos años tu tío Emmett cazó demasiados osos y se emocionó de más, tanto que quizó jugar a que Rose era un oso y la persiguió por horas, Emmett disfrutó de su juego pero para tu tía no fue tan gracioso-dijo Alice tratando de no reírse a carcajadas.

-¿Por qué no fue gracioso para ella?-pregunté

-Pues por que Rose se estaba bañando cuando Emmett la empezó a perseguir y tan solo alcanzó a tomar una toalla para cubrirse, y digamos que correr por el bosque descalza y prácticamente desnuda no es muy divertido que digamos, no al menos cuando hay licántropos y vampiros viendo la carrera-dijo Alice ahora sin poder dejar de reírse con su aguda voz de pajarillo.

Toda la familia incluyéndome yo comenzamos a reír incluso mis abuelos, de verdad que mi tío Emmett no tenía límites.

Después de unos minutos todos recobramos la cordura y ahora fue Alice la que se acerco a mí.
-Bueno mi regalo para ti es un nuevo guardarropa eso es igual a un día de compras de tiempo completo!-dijo mientras aplaudía sonriendo de oreja a oreja.

-Gracias! Pero no es necesario, mi closet esta lleno de ropa que no he usado-dije recordando las locas compras de mi tía.

-Pero ya esta pasada de moda, no me digas que no por favor! Por favor! Por favor!-dijo Alice mientras me miraba con ojos suplicantes, como de un borrego a medio morir y nadie podía resistirse a esa mirada.

-Eso se llama chantaje!-le reproché.

-¿Eso es un si?-preguntó sabiendo la respuesta, ella se puso aún más feliz que antes y se alejó, ahora fueron mi tío Jasper y mi abuelo Carlisle los que se acercaron, cada uno me dio un abrazo.
-Felicidades Nessie espero que nuestro regalo te guste por que nuestro regalo será….-dijo tío Jasper y fue el abuelo quien termino la frase.

-Nuestro regalo será una pequeña biblioteca personalizada para ti, sabes que te gusta leer al igual que a tus padres y creemos que te gustara-explico mi abuelo Carlisle.

-Oh gracias! Me fascina leer! Una biblioteca! Wow! Gracias!-dije mientras abrazaba a mi tío y a mi abuelo, ellos asintieron y dejaron lugar a mi abuela.

Mi abuelita Esme quien se acercó, me dio un abrazo, después buscó debajo de mi cama sacando una caja envuelta en papel brillante color rosa, muy bonito pero no era ostentoso.

-Bueno, espero te guste le perteneció a la realeza de Londres, pero yo lo modifiqué un poco-dijo mientras me animaba con la mirada para que abriera el obsequio.

-Gracias, aunque fuera una roca me gustaría por que se que lo conseguiste pensando en mí, gracias-le dije siendo totalmente sincera con ella.

Al abrir la caja pude ver un hermoso joyero con detalles perfectos, un joyero precioso, pero lo más hermoso de todo fue que al abrir el joyero había una foto de la familia entera incluso Jake estaba allí y la canción de cuna de mi madre la cual ahora era mía se empezó a escuchar e inundo la habitación con cada una de las notas de la pieza musical.

No pude evitar sollozar dejando escapar una lágrima la cual se deslizó por mi mejilla, mi abuelita Esme sabía que la música era una de mis cosas favoritas.

-Gracias, es perfecta! Y con todos ustedes dentro de el joyero, allí podré guardar mis broches-sonreí-agradezco tener una familia como ustedes-le dije mientras otra lagrima de felicidad.

Al ver la fotografía de nuevo, pude notar que algo me faltaba ese algo era mi mejor amigo Jake, el no estaba conmigo y eso me entristecía un poco.

-Jake vendrá en unas horas, no te preocupes pero por ahora tu madre y yo queremos darte tus regalos de nuestra parte-dijo mi papá y saber que Jake vendría me relajó, pero mi mamá interrumpió mis pensamientos.

-Pero antes de los obsequios tendrás que vestirte por que sería algo difícil que tus regalos entren en la habitación-dijo mientras sonreía y tomaba a papá por el brazo.

-¿Tan grandes son?-pregunté mientras abría los ojos como platos.

Ellos no respondieron, Alice dejó mi ropa del día de hoy sobre mi cama mientras que toda la familia incluyendo a mis padres, Alice salió segundos después y yo quedé sola en mi habitación, abrí mi joyero y me dejé llevar por la música mientras me vestía.

En mi mente rondaban muchas cosas; el amor por mi familia, por mis amigos de la manada y de parte vampírica, por lo que significaba este cumpleaños para mí pero sobre todas las cosas pensaba en la falta que me hacía Jake, el me visitaba todos los días y pasaba casi todo el tiempo conmigo pero había una fuerza que me unía a él y que hacía que la distancia entre los dos me doliera, era extraño sentir todo esto por un amigo, pero los cambios en mí no eran solamente físicos.

Deje ir mi mente por otro rumbo y termine de vestirme rápidamente, bajé las escaleras y en el salón principal había un enorme piano blanco con un gran moño rojo.

-Bueno este es mi regalo, se que esta es otra de las cosas en las que te pareces a tu padre y se que lo aprovecharás-dijo mi mamá y yo no pude decir nada, cada uno de los regalos estaba pensado en lo que me gustaba y eso hacía aun más valiosos cada uno de los detalles.

No pude resistir y tal y como me había enseñado papá y tía Rose, comencé a tocar mi canción de cuna, todos rodearon el piano mientras me observaban tocar, al acabar todos aplaudieron y yo hice una reverencia de agradecimiento.

-Renesmee, este es mi regalo-dijo mi papá mientras me extendía un sobre amarillo, lo abrí y dentro había una licencia de manejo.

-¿Me dejarás usar tu volvo?-pregunté emocionada.

-Será algo mejor que eso, ven-se limitó a decir mi padre.

Fuimos rumbo al garaje y allí había un auto jaguar xk convertible color negro, era hermoso, la verdad todo lo que me habían regalado era hermoso.

-Wow! Gracias! Está genial! Y lo mejor de todo es que yo podré manejarlo!-grité emocionada, mi papá me ofreció la llave con un moño rosa, quité la llave de la palma de su mano y abrí el auto, por dentro era perfecto! Olía a nuevo y era bastante cómodo.

-Denada, solo te pido que tengas cuidado, eres fuerte pero aún así eres más frágil que nosotros así que se cuidadosa al conducir-dijo mi papá con el rostro opacado por la preocupación.
-No te preocupes, con tantos maestros y con estos reflejos no creo que corra riesgo alguno-le dije y el se relajó.

Tía Alice se reunió con mis padres y yo en el garaje.

-Ya casi todo está listo, Nessie te dejé otro vestido sobre tu cama cámbiate y te veremos en la sala en 15 mins-dijo mi tía y todos salimos del garaje, yo fui a mi habitación y el vestido que me había dejado Alice era hermoso, ella si que tenía el don de la moda.

Mi celular sonó, haciéndome pegar un brinco pero tan solo era un mensaje de texto.

"Nessie, feliz cumpleaños no creas que lo olvidé, te juro que me muero de ganas de estar contigo pero no podré verte, espero me perdones atte. Jacob"

Esas palabras me habían dolido demasiado, algo un poco más doloroso que otras veces, yo quería que él estuviera conmigo en mi último cumpleaños por llamarlo de alguna manera, mi papá había dicho que él vendría a verme pero no lo hará, esa necesidad de tenerlo cerca de mío, la necesidad de estar en sus brazos, ahora todo quedaba claro para mí.

Toda esta confusión, la necesidad de su compañía, el dolor de su ausencia todo estaba más claro que el agua, yo estaba enamorada de Jake, el estar con él todos estos años había hecho que dentro de mí el sentimiento del amor que no fuera hacia mi familia, creciera e hiciera de Jake el chico ideal para mí.

Y aunque me fascinaba la idea de enamorarme de la idea del amor, había varias razones por las cuales descubrir mis verdaderos hacia Jake no era lo más pertinente en este momento.

1.- Saber que sentía algo hacia el como algo más que una amistad incrementaba el dolor de su ausencia y aumentaba la necesidad de tenerlo a mi lado.

2.-No sabía si Jake sentía lo mismo por mí, al fin y al cabo técnicamente solo tenía 7 años.

3.-Tampoco sabía si mi familia se tomaría bien mis sentimientos hacia Jake, ya que un licántropo y una semi-vampira era una pareja extraña.

Pero a pesar de todo, yo hablaría con Jake y enfrentaría cualquier cosa que me dijere.

La decisión estaba tomada, pero por ahora bajaría para lo que Alice tuviese preparado, de ella nunca se podía esperar un cumpleaños normal y discreto.

Ya estaba lista, iba a bajar las escaleras cuando escuché a mi padre hablar con…¿Jake?, decidí solo abrir un poco la puerta y escuchar lo que pasaba allí abajo.

-Que sorpresa se llevará Nessie, ella cree que no vendré a su fiesta-dijo Jake alegre y supe que el solo me había jugado una broma, pero mi papá no parecía estar bromeando…

-Jacob no se lo dirás! Y menos el día de hoy!-dijo mi padre muy enojado, nunca lo había escuchado así, además ¿Qué era lo que no quería que supiera?

-Edward! Sabes que ella ya está lo sufientemente grande en mente y cuerpo para saberlo, sabes que la amo con cada fibra de mi ser y estas conciente que nadie la cuidará tanto como yo lo haré-dijo Jacob con la voz entrecortada y llena de súplica.

¿Jake me amaba?, o ¿había escuchado mal?, simplemente no lo podía creer, mis sentimientos eran correspondidos!

-Ella decidirá si quiere estar contigo o no, pero no será forzada a quererte por tu estúpida reclamación lobuna!-gritó mi mamá, ¿ahora ella era la enojada? La verdad esto estaba cada vez más confuso.

-La imprimación no tiene nada que ver, ella me quiere y yo lo puedo sentir, es solo que ella aún no se da cuenta-dijo Jacob en un hilo de voz.

-Lo comprenderíamos Jacob pero si no fuera por la imprimación, tu hubieras asesinado a Renesmee a la primera oportunidad!-reclamó mi papá mientras que yo había quedado con el corazón hecho trizas, Jacob había querido matarme! Y solo por obligación decía que me amaba!

-No!-grité en voz y mente, ahora todos sabían que había estado escuchando, así que no me oculté más y bajé corriendo hacia el origen de la discusión.

-Te odio Jacob Black! Te odio como no tienes una idea!-escupí las palabras con todo el dolor que mi cuerpo podía resistir, el quería acabar conmigo!

-Nessie! ¿Por qué me odias tanto?, me duele y lo sabes-dijo Jake entre sollozos, nunca antes lo había visto tan afectado ¿el hablaba de dolor? ¿y yo que?

-¿Crees que a mí no me duele saber que quisiste ponerle fin a mi vida?, eres un hipócrita! Y yo que te…- la verdad ya no pude continuar, un nudo en mi garganta me impidió decir lo que realmente sentía, mis ojos estaban llenos de lágrimas y cada una de ellas llevaba escrito la causa de su origen y esa causa era… Jacob Black.

-Admito que eso fue verdad, pero en cuanto te vi me aborrecí de haber tan siquiera haber pensado en ponerte una mano encima, y estuviera imprimado o no de ti, yo te amaría tal y como lo hago ahora, Renesmee te amo!-dijo Jake mientras se acercaba a mí, yo me moría por estar en sus brazos pero estaba demasiado confundida y salí huyendo de allí.

Corrí como si no hubiera un mañana, no oía pasos detrás de mí así que tan siquiera mi familia había respetado mi dolor, aun así las preguntas no dejaban de rondar por mi mente ¿Por qué Jake me amaba si me había querido matar? ¿Por qué mi familia me había ocultado esa parte de mi pasado?

El tiempo pasó y me escondí debajo de un árbol, a lo lejos escuché unas pisadas de lobo, Jake me había encontrado, escondí mi cabeza entre las rodillas rogando que la tierra me tragara o me volviera la mujer invisible pero para mí desgracia eso no sucedió.

Jake "el lobo" se escondió detrás de unos árboles y al salir Jake había vuelto a ser humano.
-Vete de aquí!- le grité pero el no pareció entender y se acercó, quise echar a correr de nuevo pero una parte de mí quería quedarse y aclarar las cosas.

-No me iré hasta que me perdones-dijo cortante.

-Pues te quedarás aquí por siempre-le dije en un susurro

-Nessie… tu eres lo que me mantiene unido a la Tierra, tu eres lo que me mantiene vivo, saber que me odias tanto me consume por dentro!-dijo arrodillándose frente a mí.

-Jake, es que es difícil hacerse a la idea de que tu mejor amigo, aquél que siempre te dice que te quiere, alguna vez quiso acabar con tu existencia-le dije utilizando el término amigos para evitar más dolor diciéndole que para mí era algo más.

-Yo era un completo idiota! Nessie cada palabra que ha salido de mi boca hacia ti, está llena de sinceridad y a…-sus palabras de verdad sonaban sinceras tal y como él había dicho pero no permitiría que mencionara amor, eso aún me lastimaba.

-Digamos que te creo pero aun no comprendo por que todos me ocultaron eso de la imprimación y sobre lo que pasó en mis primeros días de nacida-le dije muy confundida.

-Será mejor que volvamos a tu casa, también tienes que hablar con tus padres-dijo Jake y me tomó en sus brazos, protesté pero la verdad estaba cansada de tantas peleas y si quería respuestas tendría que hablar con mis padres.

Jake corrió hacia la casa, todos solo nos observaban pero después de unos segundos nos concedieron un poco de privacidad dejándome a mi sola con mis padres y Jake.

-¿Por qué me ocultaron eso de la imprimación? ¿Por qué lo mantuvieron en secreto?-les pregunté con tono molesto.

-Hija, creímos que sería lo mejor para ti, queríamos que fueras libre de elegir a quien amar y no sentirte atada por lo de la imprimación-explicó mi papá

¿Qué es la imprimación?-pregunté curiosa, el coraje y rencor quedaba en segundo término, incluso el odio hacia Jake había desaparecido, el siempre había cuidado de mí y el amor hacía el era más fuerte que mi fuerza de voluntad para ocultarlo.

-La imprimación es como el amor a primera vista, pero es aún más fuerte y no es algo reversible, y aunque lo fuera, yo no renunciaría nunca a ti-dijo Jake y no pude evitar sonreír ante la idea de saber que Jake me quería a su lado, y en sus ojos se veía que estaba arrepentido de haber querido acabar con mi vida, pero yo sabía que durante el embarazo de mi madre yo la había lastimado demasiado, quizá Jake solo temía por ella.

-Ok ya entendí todo y Jake, confío en que me estas diciendo la verdad-le sonreí-quiero pedir disculpas por mi reacción-dije ahora dirigiéndome a mis padres.

-Cielo, tu reacción fue normal, teniendo en cuenta que nosotros no somos muy comunes, lo tomaste bastante bien-dijo mi mamá

-Jacob, quisiera pedirte una disculpa por nuestra reacción alterada pero Renesmee es lo más importante para nosotros y la idea que alguien ocupe otro tipo de lugar en su corazón es difícil de asimilar para nosotros-se disculpó mi papá

-Lo comprendo, si ahora mismo alguien tratará de alejarla de mí creo que reaccionaría igual-dijo Jake dedicándole una sonrisa a mis padres, pero yo no había dicho nada de estar con Jacob!, aunque no tuve oportunidad de protestar ya que en ese momento tocaron a la puerta.

Eran los del clan Denalí, el clan de vampiros más cercano al nuestro en todos los sentidos, después llegaron los chicos y chicas de la Push, todos y cada uno de ellos me felicitaron y me regalaron pequeños detalles, los hice pasar y mientras ellos se ponían cómodos, yo seguía pensando en la plática que aún tenía pendiente con Jacob.

Alice dio por empezada la fiesta y todo fue baile y diversión por horas, la fiesta me animó bastante, Jake bailó conmigo algunas veces pero yo preferí no acercarme mucho, primero quería hablar con el.

Los zapatos que Alice me había dado ya me habían cansado un poco así que subí a mi habitación para cambiarme las zapatillas por unas balerinas que me combinaran, y mi celular sonó de nuevo.
"Nessie, quisiera darte mi regalo en un lugar especial así que primero asómate por la ventana" decía el mensaje.

Me asomé por la ventana y allí estaba Jake, haciéndome señas de que saltara y así lo hice por suerte llevaba zapatos cómodos y al caer solo se oyó un golpe sordo.

-¿Estas loco? Mi papá se dará cuenta de nuestra ausencia-le pregunté sintiendo una ligera emoción por la "fuga" de mi propia fiesta.

-Tu papá está enterado de todo, me ha dado su bendición por llamarlo de alguna manera y si estoy totalmente loco pero…por ti-dijo mientras me miraba y prácticamente me hipnotizaba con sus hermosos ojos negros, pude sentir la sangre colorear mis mejillas.

-Adoro ese color en tu rostro-dijo Jake mientras rozaba mi mejilla y yo me sonrojé aún más.
-¿Adonde vamos a ir?-pregunté tratando de sonar indiferente.

-Vamos a ir a donde está tu regalo-se limitó a decir mientras comenzaba a correr por el bosque, yo lo seguí hasta que llegamos a un prado y empezaba anochecer, el lugar era perfecto para poder hablar de una vez con Jake.

-Jake…yo…-empecé a decir pero el me lo impidió.

-Nessie, se que hoy te lastimé y te hice enojar pero quiero que sepas que me siento miserable por ello, todo lo que oíste de la imprimación es cierto, y yo…-dijo Jake disculpándose pero esta vez fui yo la que lo interrumpí ya que le transmití el momento en el que escuché que el me amaba y todo lo que me había hecho sentir, el sonrió de oreja a oreja.

-Entonces ya lo sabes ¿verdad?-dijo con una mirada pícara, yo asentí y ahora era a mí a la que le tocaba decir lo que sentía.

-Te amo Jake-le dije sin pensar y el me abrazó dándome miles de vueltas, ahora yo no podía ser más feliz!

-Espera, ahora es el momento perfecto para tu obsequio-dijo mientras sacaba un pequeño brazalete tejido de color rosa con negro, muy parecido al que tenía de niña salvo que este tenía un toque de mayor madurez.

-Para nosotros en la Push, es como decimos y demostramos a todos que amamos a una persona y que nuestro compromiso con esa persona es eterno-explicó Jake mientras colocaba el brazalete en mi brazo derecho.

-¿Compromiso eterno eh? Menos mal que somos inmortales-le dije tratando de hacerlo reír y funcionó, mi antiguo brazalete se había gastado con el paso de los años y se había roto, pero ahora nuestro compromiso permanecería presente por siempre.

Después de reírnos por unos segundos, el ocaso llegó y nuestras miradas se conectaron, una magia nos rodeaba al igual que el amor que sentíamos el uno por el otro, nuestros corazones latían desbocados y las mariposas volaban dentro de mi estómago.

El tomó mi rostro en sus manos y poco a poco se fue acercando a mí, el momento era perfecto pero no se comparó con lo que sentí tan solo unos segundos después…

Nuestros labios se unieron dejando volar chispas de pasión por todos lados, podía sentir la esencia de Jake a mí alrededor, nuestro beso era cálido y tierno, ninguno de los dos teníamos que ser cuidadosos, ese momento era nuestro y nadie nos lo arrebataría.

Jake colocó su mano en mi cintura acercándome aún más a él, yo rodeé su cuello con mis brazos mientras tiraba de algunos mechones de su cabello para que el supiera que no quería que se detuviera, yo quería que nuestro primer beso fuera largo y perfecto.

Su rocé con mi piel me estremecía y llenaba mi cuerpo de descargas eléctricas, maldecía los malditos espacios que me separaban de Jake, pero tuve que separarme de él contra mi voluntad por que el oxígeno de mis pulmones había llegado a su fin.

Nuestras respiraciones eran entrecortadas pero a pesar de la separación de nuestros labios, yo seguía en sus brazos, no quería separarme de él y como las palabras romperían con la perfecta atmosfera, use mi don para transmitirle toda la felicidad que sentía a cada segundo.

-Debemos volver Nessie, tu padre es paciente pero no quiero que piense que le he robado a su hija-dijo riendo y yo le puse mi puchero, se que estaba muy grande para eso pero no quería volver, aunque sabía que Jake tenía razón así que asentí a regañadientes.

Volvimos a correr hacia la casa y todos se nos quedaron viendo, claro! íbamos tomados de la mano, algo sospechaban.

-Solo espero que la hagas feliz Jake, no podía dejarla en mejores manos-dijo mi papá.
-Hija, me alegro que hayas elegido a Jake, admito que tenía celos de tu cariño pero se que al lado de Jake serás muy feliz-dijo mi mamá y todos al comprender lo que sucedía estallaron en aplausos y no pude evitar sonrojarme.

Ese día fue el más feliz y raro de mi vida, ese día dejaría de crecer, descubrí que mi mejor amigo me había querido asesinar de bebé pero que también me amaba con todo su ser, y yo descubrí que lo amaba también, ahora el era mi novio pero lo que nunca olvidaría sería nuestro primer beso…
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alo0! Espero que les haya gustado este Oneshot, no se si me de lo de escribir romántico pero espero que un suspiro se haya salido de sus corazones =D *_* bueno espero me puedan dejar sus palabritas =D gracias! atte yocecullen

jueves, 21 de junio de 2012

MIRA LO QUE COMPRE!!....un gas de la risa...oneshot


Era un día aparentemente normal en la casa de los Cullen, Edward y Bella siempre disfrutando de su eternidad, Jacob idolatrando a Renesmee, Rosalie odiando a Jacob, Jasper jugando a los soldaditos, Alice redecorando la casa, Esme como siempre sin hacer nada emocionante y Carlisle leyendo.

De repente Emmett entró triunfal a la casa, con un tanque de gas en manos, no era muy grande y estaba pintado de muchos colores, parecía una pieza sacada de un circo.

-¿Emmett que diablos es eso?-preguntó Rosalie mientras que toda la familia se reunía en la sala principal mirando a Emmett y al tanque que traía con gesto confundido.

-Es un tanque de gas-dijo radiante acariciando el tanque como si fuera un gato.

-Pero cielo nosotros no cocinamos, ¿para que quieres un tanque de gas?-le dijo Esme mientras pensaba en lo loco que era su hijo, ¿Qué había hecho mal?

-No es un tanque de gas cualquiera-le reprochó él.

-Ya Emmett devuélvele eso al payaso que se lo robaste antes de que te demande-se burló Jasper y todos echaron a reír.

-Ja-ja muy gracioso Jasper-respondió Emmett con sarcasmo-cuando sepan que es me verán como un héroe.

-¡Por favor Emmett! ¿Bromeas? ¿Un gas de la risa hará que seas como un héroe para nosotros?-se quejó Edward quien tenía a Bella a un lado abrazándola, Emmett lo miró con cara de pocos amigos.

-¡Edward! ¿Por qué se los dijiste? ¿Lo ves? Siempre echando a perder las sorpresas-se volvió hacia Bella-hermanita de verdad no entiendo por que te casaste con él pero bueno-ahora hizo una pausa-creo que lo se pero prometí no volver a hablar de tu vida sexual-dijo Emmett con una risa de suficiencia.

-¡Emmett! Ya cállate y mejor dinos por que trajiste un gas de la risa a una casa llena de vampiros, sabes que no nos afecta-respondió Bella quejándose de las burlas de su hermano.

-Este gas es distinto, este si sirve-contradijo Emmett.

-¿Amor, por que piensas que este gas nos afectará?-le preguntó Rosalie con toda la calma que pudo demostrar.

-Por que lo decía en la información del producto, “Gas de la risa 100% garantizado, funciona en toda clase de criaturas mitológicas, vampiros, lobos y hasta híbridos, si no obtiene los resultados esperados aguántese”, eso es lo que decía el anuncio y yo creo que es verdad-explicó Emmett y por un momento todos parecieron oír a Emmett como un niño que explica su fe en Santa Claus.

-Pero Emmett ¿no te hemos dicho que no creas todo lo que ves en los anuncios?-le recriminó Carlisle.

-Vamos papá, lo compré en Cosasinútiles.com a un tipo llamado “Terobotudinero”, ¿quieren ver si sirve?-dijo Emmett súper emocionado.

-¡No!-gritó Alice quien vio el enorme desastre que esto causaría, pero Emmett ya había dejado que el gas llenara la estancia.

Todos comenzaron a reírse como tontos, se miraban unos a otros atentamente y luego como si les hicieran cosquillas se tiraban al suelo riendo.

Minutos después Edward rompió con las risas.

-¡Bella prepárate la barbacoa!-dijo como un señor borracho a su esposa abnegada.

-¡Esme! ¿Por qué tenemos tantos hijos?-dijo Carlisle mientras lanzaba a Esme por los aires-Uy no me digas…-siguió diciendo mientras parecía pensar-!BINGO! ¡Ya sé!-dijo emocionado y la dejó caer, Esme azotó como res.

-¡En tu vida pasada fuiste una coneja!-terminó de decir mientras señalaba a Esme riéndose abiertamente-¡Bella olvida la barbacoa aquí tenemos para hacer coneja al pastor!-gritó Carlisle entre hipos.

-¡No! No soy una coneja, es tu culpa por tener tanta puntería-le respondió Esme coquetamente mientras se echaba a correr y Carlisle tras ella.

-¡Uyyyyyy!- respondieron todos burlándose de la pareja.

Entonces apareció Alice bailando girando como un trompo desequilibrado, pegándole así a Jasper.

-Alice, no rompas mis soldaditos de plomo con tu feo baile, danzas peor que los que salen en “Bailando por un dueño”-dijo Jasper.

-Y tú eres más susceptible que yo en mis días-le respondió la ofendida mientras se ponía a bailar reggaeton-Ah no ¿verdad? Jajajajaja

-¡Oigan todos! ¡Emmett “calza chico” y juega con las barbies de Nessie!-gritó Rosalie mientras bailaba sobre la mesa al son de “Pose” de Daddy Yankee.

-¡Mucha ropa! ¡Mucha ropa!-gritó Jacob mientras aplaudía como tonto hacia Rosalie.
-¡Uy que Emmett “se queda corto” y juega con Barbies!-se burló Edward.

-¡No es cierto! ¡Yo prefiero las Bratz!-respondió Emmett quien al oír las acusaciones de Rosalie detuvo su baile y sesión de poses, después de darse cuenta de que nadie le creía decidió que no importaba y se puso a bailar de nuevo.

-♫♫ Cuz’ you´re Hot and you´re cold ♫♫-empezó a cantar Bella mientras se lanzaba desde el sofá hacia Edward cayendo los dos al suelo, riéndose a carcajadas, después fue Edward quien se lanzó del sofá aplastando a Bella, todos se rieron a carcajada abierta, incluyendo a la aplastada.

-Tia Alice ¿me das tu oro?-le preguntó Nessie quien se tambaleaba hacia Alice.

-¿Cuál loro?-preguntó ella.

-Loro no, O-R-O-se quejó Nessie ya con poca paciencia.

-¿Oro? Yo no tengo oro-le dijo Alice mientras seguía bailando.

-Pero tío Emmett me dijo que tu tenías oro, que siempre los duendes tienen una olla de oro-le respondió la híbrida mientras le esculcaba los bolsillos a su tía.

-¡Emmett!-gritó Alice enojada pero antes y después de asegurarse que nadie la veía pateó una olla de oro dentro de una puerta de un gran mueble de madera, “Tonto Emmett no sabe guardar un secreto” se dijo a si misma.

Ahora fue turno de Esme, quien después de su carrera con Carlisle volvió con su ropa desgarrada, apenas y tapaba lo esencial.

-¡Oigan! Si Bella se lanzó de un acantilado y yo también ya lo hice, entonces…!Nessie vas tú!-dijo la mayor de las Cullen lanzándose a los brazos de Carlisle, quien ahora bailaba música retro, muy al estilo disco.

-¡Yeah! ¡la vida loca!-gritó Alec entrando por la puerta y bailando estilo carnaval.

-¿Qué rayos hacen aquí?-comenzó a decir Bella pero Jane la interrumpió.

-Emmett nos invitó, además Bella la más lela no te esponjes ¡que trajimos los cheskos!-dijo Jane triunfante y todos gritaron “!Si viva la duende Vulturi!”.

La casa Cullen se había vuelto un total desastre, todos estaban riéndose, unos rodando sobre el suelo, otros bailando sin control, unos cantando en el karaoke, había papel higiénico colgando de las lámparas, y música sonando a todo volumen.

Pronto el efecto del gas iba pasando poco a poco, dejando atrás un gran desastre, confusión y un gran dolor de cabeza en los vampiros, lobos e híbridos presentes.

-Mami mi cabeza me duele-se quejó Nessie mientras se sobaba la cabeza con una mueca de dolor en el rostro.

-A todos nosotros también cielo, pronto pasará-le dijo Bella quien había tenido razón, todos observaban la casa confundidos y con una enorme jaqueca.

-¿Qué hago vestida de negro?-preguntó Alice al verse en el espejo.

-Y yo ¿Qué hago vestida a la moda? ¡Alec! ¡ayúdame a quitarme esta ropa! ¡quema! ¡quitamela!-gritaba Jane y su hermano al no poderla ayudar la consoló.

-Jane tranquilízate al menos te ves mejor que Bella-Alec volteó a ver a Bella-uppss se me salió.

-Edward dile algo, o yo lo muerdo muajajaja!!!-dijo Bella al Vulturi.

-Grrrrrrrrr!!!-gruñó Edward.

-Calma chicos-Carlisle se giró hacia los hermanos italianos-y ustedes ya vuelvan a su casa que aquí la fiesta ya se acabó y Aro se preocupará si no regresan pronto.

-Hay papá pero de nuevo te volviste aburrido, se lo que necesitas…!Más gas!-gritó Emmett con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡No!-clamaron todos al mismo tiempo, pero ya era demasiado tarde…

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Hola!!! bueno aki les dejo una loca idea que me llegó de repente quiza no esté muy buena pero bueno aki se las dejo y espero les haya gustado, atte Yocecullen :)

PORCELANA....capítulo 1...minific


“Respira Bella…respira” bien, este momento me estaba poniendo demasiada impaciente, el sol brillaba muy a lo alto, todos sonríen ampliamente y charlan unos con otros, yo reconozco a la mayoría por unas fotografías, unos no han cambiado bastante pero hay quienes no reconozco.

En este caso logró recordar el nombre de algunos alumnos, pero ellos ya no me recuerdan a mi, la pequeña chica rubia y tímida de la primaria.

De pequeña era rubia, y ahora mi cabello es negro como el carbón, no se a que se deba, no es muy común, pero según mi madre es herencia de algún abuelo cuya historia desconozco.

Mis ojos siguen siendo de color verde y mi piel es pálida hasta lo imposible, he adelgazado, no era que fuese gorda pero mi condición de niña no era muy favorecedora, al crecer mi cuerpo tomó una linda figura, ni muy flaca, ni muy gorda.

Crecí llena de miedos y complejos, siempre he sido tímida, en especial de pequeña, nadie en la escuela hablaba conmigo a menos que fuera totalmente obligatorio, pero yo tampoco hacía ningún esfuerzo para ser sociable, él único que me hablaba allí era Edward, él supongo quería ser mi amigo pero yo siempre me alejé, cosas de niña seguramente.

Mi madre me decía a diario que si ella no me hubiera visto crecer a través de los años, juraría que soy otra persona, y le doy la razón en ello, mis rasgos de las fotos de niña comparadas con las fotos actuales no tienen nada de parecido, quizá los ojos y la piel, pero nada más, con suerte nadie me recordaría y podría empezar de nuevo.

Hace años, mi padre consiguió un empleo nuevo y nos tuvimos que mudar muy lejos, ahora a mis 17 años hemos vuelto, quizá los padres de los demás reconozcan a los míos pero sus hijos no y eso me daría tiempo para que no me reconozcan de inmediato.

Bajo de mi auto con nerviosismo, del día de hoy dependerá el resto del ciclo escolar, como soy nueva debo registrarme en la dirección, así que tomo mis cosas y comienzo a caminar.

Puedo sentir las miradas taladrándome en la espalda y tengo la horrible y enorme sensación de dar media vuelta para ver quien mira con tanta presión, pero me recuerdo a mi misma que debo parecer estar por encima de la situación así que mantengo la barbilla en alto hasta que llego a la pequeña oficina del director.

Hay un pequeño escritorio color caoba antes de la oficina principal, allí con un aspecto un tanto cómico esta una mujer ya avanzada de edad, cubierta de canas y usando unos pequeños anteojos que parecen no ajustarse bien a su rostro pálido.

-Buenos días-saludo con educación.

Ella no parece oírme ni verme tampoco así que hablo un poco más fuerte.

-¡Buenos días!-digo ahora también agitando una mano frente a su mirada hacia el suelo.

-¡Oh corazón no deberías asustar así a una viejecilla como yo!-exclama asustada pero con una sonrisa dibujada en sus labios, le sonrío ella comienza a caerme bien.

-Lo lamento, es solo que creí que no me escucharía de otra forma-digo apenada, creo que exageré un poco en mi intento de llamar su atención.

-No te preocupes…-ella deja las palabras en el aire, me mira bien por primera vez y pregunta- ¿Eres nueva aquí verdad?

Yo solo sonrío como asentimiento.

-Bien querida, este es tu horario de clases y tu lista de clases extracurriculares de las cuales puedes elegir la más te guste-me ofrece dos hojas una verde agua y la otra color blanca, las miro de reojo, “Lectura” alcanzo a ver la palabra escrita en negritas, supongo que elegiré eso, me encanta leer desde niña.

Le doy las gracias por las hojas, le sonrío y salgo de allí en busca de mi primera clase.

Bien mi primera clase es Historia, y tan solo me sobran unos minutos para llegar, así que comienzo a buscar rápidamente, las miradas fijas siguen a través de mi recorrido pero nadie se acerca a ayudarme, quizá el no tener amigos es algo de nacimiento, aunque tampoco reúno el valor para hablar con alguien aún, bufo ante la idea y retomo mi búsqueda.

Bien aún no encuentro mi salón y ya voy tarde, en los pasillos no encuentro a nadie, claro…ya todos están en clases.

Comienzo a sentirme desesperada cuando oigo unos pasos detrás de mi, no, no son pasos…!es un trote de alguien corriendo!, me giro para ver quien viene, pero es muy tarde, solo puedo sentir el golpe seco de mi espalda contra el piso, no dolió mucho pero incluso aunque me hubiera fracturado la columna no hubiera podido sentir nada en ese momento más que la mirada penetrante de un perfecto par de curiosos ojos verdes.

Su cabello cobrizo alborotado en un encantador estilo despeinado natural, su piel pálida y cálida a la vez donde roza la mía, este chico irradiaba belleza por cada poro y sus ojos, de un extraño verde que no había visto en mi vida, deseaba poder mirarlos por mas tiempo pero entonces escuché su voz.

-¡Lo siento mucho! No era mi intención…-empezó a disculparse frenéticamente mientras se ponía de pie y me ofrecía una mano para ayudarme a pararme, se la dí como un reflejo, mi mente aún seguía embotellada en viejos recuerdos.

Edward Cullen, el nombre de aquél chico perfecto.

-No hay problema, debí haberme quitado a tiempo-las palabras salieron por si solas, al menos había logrado hablar.

-No es tu culpa, es que ya voy tarde para mi clase de historia y…- mientras hablaba recogía un par de bolígrafos que se le habían caído de su mochila.

No lo podía creer ¡Era él!, no era que de niño fuese alguien feo ni mucho menos, pero jamás pensé que al crecer…bueno….

Edward me miró fijamente antes de preguntar.

-¿Nos conocemos?-esta pregunta me asustó demasiado ¿me reconoció? No no podría…él no había cambiado pero yo si, yo ya sabía su nombre pero él no sabía el mío… ¿o si?, de niña todos me decían Marie pero al crecer preferí Bella, aquí nadie me conocía con ese nombre.

-No lo creo, recién acabo de mudarme y también voy tarde no se donde es mi clase…-mentí, al menos la parte en la que dije que no nos conocíamos, claro que yo si lo conocía, el resto era verdad.

-Unos minutos más, unos minutos menos…-dijo como para sí mismo-¿Qué clase te toca ahora?-preguntó con una voz tan melodiosa que deseaba hacerlo hablar más, pero no, mis planes eran otros, no eran caer como abeja a la miel por un chico que ni siquiera me recordaba.

-Historia-

Su sonrisa creció.

-Estamos en la misma clase, ven vamos-dijo feliz mientras me tomaba de la mano en un gesto totalmente inocente en un intento de apresurarnos, como cuando niños y él intentaba hacerme jugar con él, nos tocaba juntos…bien…ahora ¿como podría concentrarme en clase?

Caminamos rápidamente hacia un salón al fondo del pasillo, la puerta ya estaba cerrada.

Edward tocó la puerta para pedir permiso para entrar, la profesora-una mujer de mediana edad-lo miró con ojos astutos pero al verme a mi nos dejó pasar de inmediato.

-¿Cual es tu nombre?-preguntó ella mientras Edward tomaba su lugar y a mi me detenía en la entrada.

-Soy Bella-dije cortante, a sabiendas que toda la clase me miraba, mi primera impresión para dejar de ser la niña tímida y sin amigos que había sido.

Un chiflido al fondo del salón me hizo sonrojarme, si bien sabía que no era fea, no me hacía a la idea de que podría parecerle atractiva a alguien.

-Muy bien Bella toma el lugar vacío al lado de Edward por favor-ahora miraba hacia los alumnos-y ustedes recuerden que quiero este escrito antes de terminar la clase.

La profesora giró sobre sus talones y continuó escribiendo en el pizarrón, yo caminé hacia mi asiento con una sonrisa, pues una persona seria nunca es muy popular que digamos.

Edward me mira de reojo y yo hago mi máximo esfuerzo para ignorarlo, no pretendo ser grosera pero por poco me había reconocido, no quiero que sepa la verdad de mí, al menos no por ahora.

Trato de concentrarme en el escrito que la profesora dejó escrito en el pizarrón y a pesar de todo no hago un gran esfuerzo para escribirlo, al parecer la historia no es tan complicada aquí como lo fue en mi anterior escuela.

Estoy por escribir las palabras finales cuando oigo un tipo de siseo detrás de mi, nunca me ha gustado voltear pero allí es cuando oigo mi nombre.

-Bella…pssss…Bella-volteó para conocer a la dueña de aquella voz tan delgada y tan infantil.

No parece tener más de 15 años, tiene la piel igual de blanca que yo, ojos negros y muy grandes, el cabello corto y lacio, es muy hermosa.

-Hola, ¿Cómo te llamas?-preguntó con una sonrisa, ella me parece confiable.

-Soy Alice…-parecía dudar-mmm ¿te gustaría sentarte conmigo en el almuerzo?-se ofrece y sería muy difícil decirle que no a esta chica, es tan entusiasta y tiene un “algo” que me resulta familiar.

-Claro, no hay problema-aceptó y ella sonríe de oreja a oreja, bien ya hice mi primera amiga.

El resto de la clase pasó demasiado rápido, no me había dado cuenta de que había terminado hasta que sentí un bracito jalarme por detrás.

-Creo que nuestros horarios son iguales…..-sus ojos curiosos de Alice revolotearon rápidamente hacia mi hoja aún sobre mi silla, ¿acaso ella no dejaba de sonreír nunca?- ¡Si son iguales! ¡Vamos que se nos hace tarde!


Con Alice de guía no podrías perderte aunque quisieras, así que fácilmente llegamos a la clase de biología donde para mi no muy buena suerte, tenemos que abrir una rata para ver sus órganos…Alice está totalmente aterrorizada.

Yo con rápidos movimientos termino la práctica, no era muy fanática de matar animales para ver su interior, pero tampoco era algo que me diera miedo, estoy a punto de terminar cuando noto su presencia.

Con Alice hablando todo el camino me había olvidado de Edward, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba en la misma clase de nosotras, lo vi cuando junto con su pareja entregaron su práctica al frente.

-Disculpa, tengo que ir al baño ahorita regreso-gimió Alice dando saltitos tan cómicos que no pude evitar reírme, su rostro exagerando desesperación  en ella era demasiado divertido.

Ella ya había salido corriendo y yo aún seguía riéndome cuando alguien me tocó el hombro.

-Hola, soy Mike y tu eres Bella ¿verdad?-se presentó un chico rubio de ojos azules, bien parecido pero nada excepcional, sonreí para ser amable, aunque por dentro simplemente no confiaba del todo en él, la inseguridad de cuando era niña amenazaba con volver.

-Hola-sonreí de nuevo-si soy yo-me reí por mi tonto intento de ser sociable, pensé que él se alejaría de inmediato pero al parecer no notó mi poca experiencia con la gente.

-Oye se que eres nueva y bueno…¿te gustaría salir a dar una vuelta conmigo en la tarde?...tu sabes, para que conozcas el pueblo-se ofreció.

No sabía que responderle, no podría decir que era fastidioso pero algo me decía que no iba a ser cómodo salir a solas con él, muy a pesar de echar a perder mi intento de ser sociable, además de que ya conocía el pueblo.

-Es que….-Mi mente pareció bloquearse en búsqueda de una buena excusa, estaba a punto de decirle que tenía aún muchas cosas que desempacar cuando oí llegar a Alice.

-Lo siento Mike pero Bella ya está apartada esta tarde, ya la invité a mi casa y dijo que si-mi pequeña nueva amiga le enseñó la lengua cual infante mientras Mike me miraba aún esperanzado, pero tan solo le dí una sonrisa tímida en respuesta, dándole a entender que Alice decía la verdad.

-Ya tendré otra oportunidad-me miró con sus ojos brillando expectantes para luego girarse hacia la pequeña chica de ojos oscuros-y tu Alice borra esa sonrisita que no podrás estar con ella todas las tardes-y luego se fue.

-Blah blah, no soporto a ese tipo-refunfuñó Alice tomando su lugar a mi lado, sentí ganas de reír de nuevo, era como ver a un gato esponjarse pero decidí que no era momento de risas.

Cerró los ojos como si fuera a dormir y después de unos segundos los abrió mirándome fijamente.

-Entonces ¿si vendrás a mi casa?-preguntó ilusionada como niña en la mañana de navidad, pensé en decirle que no, pero ya que me había evitado una cita con Mike, decidí que una tarde con ella no me haría daño y que además sería mucho más agradable.

-Claro que si, después de todo ya eres mi amiga ¿ o no?- mi respuesta pareció ilusionarla aún más.

Alice me explicó como era la escuela, como era la gente del pueblo, los mejores lugares para ir de compras, no era que la estuviese ignorando pero al principio estaba tan concentrada en que nadie me reconociera que tan solo podía responder con unos cuantos “que interesante” “ajá” “oh que bien” después de casi todo el día al fin me relajé, pues Edward Cullen jamás volvió a mirar en mi dirección.

-Bien, esta es mi casa-canturreó Alice al abrir la puerta de una lujosa casa, al conocer a alguien como ella jamás te imaginarías su condición de vida, más esperaba algo promedio como mi casa, pero esto hizo que me gustara aún más pues demostraba lo buena persona que era ella.

-Qué linda casa-Alice sonrió y me arrastró hacia su sofá.

-Mmm... necesito ir a cambiarme, aún tengo la sensación de tener a la rata encima de mí-la pobre de verdad odiaba las ratas.

-Tranquila, yo te espero aquí-le aseguré y con su sonrisa que parecía no borrársele del rostro subió hacia su habitación.

Mientras tanto yo miraba alrededor de la gran casa, todo parecía tan limpio y tan en orden.

De repente un cuadro me llamó la atención, era la foto de un bebé con ojos verde, al principio pensé que era Alice  hasta recordar que ella tenía los ojos negros, ese verde…no podía ser, debía ser otra cosa.

El ruido de unas llaves entrando por la cerradura me sacó de mis pensamientos, inmediatamente me senté derecha en el sofá, y sonreí, lo que falló en mi plan de dar una buena imagen es que quien había abierto no era ninguno de los padres de mi nueva amiga, supe de quien era la foto de aquél bebé.

-Edward-susurré, era imposible que él y Alice…

-¿Bella?-preguntó él sorprendido de verme en su casa, después de todo él no me había invitado….


Bueno espero les haya gustado este primer capítulo de PORCELANA!!! Voy a amar a este Edward y a mi Alice!!! Awwwwwwwwwwww!!!!

Bueno espero puedan dejarme un coment o algo, muchas gracias!!!!

Espero tener listo muy pronto el segundo cap!!! Gracias por leer!!!! Atte. YoceCullen

NUEVA CABECERA Y ACTUALIZACIÓN!!

                                                    

 Bien!! he tenido abandonado el blog lo se!! pero ya quiero ponerme al corriente por que esta es mi verdadera pasión!! asi que........HOY HABRÁ CAP NUEVO de....FIC NUEVO!!!!!!

 SUMMARY...Bella, la niña tímida había regresado después de más de 10 años para intentar cambiar su actitud y obtener popularidad, su plan era perfecto hasta que se encontró con Edward Cullen, quien ya no era el niño que ella recordaba y él quizá sería el único en darse cuenta del secreto de la alumna más nueva del instituto.

 Waaaaaaaaa estoy emocionada!!!!!!!!!!!!!!!!! volveré a escribir como antes!!! yuju!!!!!!!!!!!!!!

 <3 YoceCullen

domingo, 15 de abril de 2012

LA GARGANTILLA PERDIDA .......oneshot


Era un día como cualquier otro en la mansión Cullen, pero Alice había anunciado que toda la familia tenía que hacer limpieza a su closet correspondiente ya que era hora de donar ropa a instituciones.
Cada quien cumplía con su tarea, ya que ir en contra de Alice era peor que ir en contra corriente así que sin que nadie reclamó y dejaron que Alice organizara las cosas como siempre.

Mientras tanto Renesmee se encontraba bailoteando en el cuarto de su tía Alice, sus pasos estaban llenos de gracia como los de el resto de su familia pero aún era pequeña y debido a su mitad humana, la pequeña híbrida golpeó un mueble tirando así la pequeña gargantilla de Alice y con otra coqueta pirueta pateó la joya por debajo de la cama, algo que Alice no pudo haber visto ya que Renesmee era un punto ciego para la pequeña vidente, Renesmee no se dio cuenta de ello y salió de la habitación con la misma gracia como con la que entró.

Todos habían limpiado su closet y las cajas ya casi estaban listas…

-Bella! Te estoy vigilando no vayas a poner todo tu clóset para donación!-Gritó Alice hacía su hermana causando en Bella un bufido de rendición, Alice la vería si ella intentaba deshacerse de los costosos vestidos y de la exuberante lencería que su hermana había elegido para ella.

-Alice! No es justo! Sabes que no me gusta vestirme así! –gritó Bella en respuesta al reclamo de Alice.

-Bella! No es mi culpa que no quieras lucir tu belleza, además la ropa te la compré con mucho cariño-respondió Alice mientras hacía un puchero, nadie se resistía a ese gesto.

-Alice ¿sabes que eres una chantajista?-dijo Bella mientras regresaba algunos vestidos a su clóset resignada a tener que usarlos alguna vez.

-Lo se-Alice sacó la lengua como niña pequeña-pero así me quieres-respondió Alice, Bella sabía que la quería así, era Alice siempre ganaba.

Todos ya conocían la rutina con más de 30 años haciendo lo mismo, se había vuelto una costumbre.

Carlisle y Esme fueron los primeros en terminar sin ningún reclamo, seguidos de Emmett y Rose, con Jasper y Edward en penúltimo lugar y al final Bella y Nessie, la pequeña híbrida no se preocupaba por nada ella jugaba en el bosque mientras que Bella elegía y guardaba su ropita.

-Duende! Las cosas ya están listas!-gritó Emmett.

-No me digas así! Sabes que lo detesto!-reclamó Alice.

-No es mi culpa que seas pequeña, y que bailes por todos lados además tu respondiste a mi llamado tu misma te dices duende! Jajajajaja-se burló Emmett quien recibió un fuerte golpe en la cabeza por parte de Rose quien lo miró con ojos asesinos.

-Ouch!-se quejó Emmett.

-No te quejes que te lo merecías, no llames así a Alice!-defendió Rose.

-Basta de peleas chicos! Emmett deja a tu hermana en paz, ahora serás tú quien lleve la ropa a la caridad-dijo Carlisle apoyado por Esme, los padres de la familia.

-No se vale! Todo es idea de esa enana! No es justo!-Emmett se cruzó de brazos y se plantó en el suelo haciendo berrinche…Alice 1 Emmett 0.

-Osito…ve y cuando regreses yo sabré recompensartelo-dijo Rose al oído de su esposo, muchas ideas cruzaron por su mente, todos prefirieron ignorar aquél comentario pero el reclamo de Edward se hizo evidente.

-Rosalie, ¿puedes tener pensamientos decentes aunque sea una vez en tu vida?-reclamó Edward mientras sacudía su cabeza con la esperanza que los pensamientos de Rosalie se esfumaran tan rápido como llegaron.

-Cálmate hermanito que tu no eres ningún santo, no me digas que Bella sigue siendo virgen jajajaja-se burló Rosalie mientras todos soltaban una risita a excepción de Esme y Carlisle pareciera que ellos eran los únicos maduros.

-Rosalie!-la regaño Esme y Rose solo agachó la cabeza sin dejar de reírse, Bella puso mala cara pero al sentirse protegida por Edward ella olvidó cualquier reclamo y como si hubiese sido una medicina Bella sonrió y dio por terminado el tema de su intimidad con su esposo.

-Emmett ve a dejar la ropa, ya es tarde date prisa y regresa pronto, hoy todos iremos a cazar por la tarde-dijo Esme con su ya conocido tono maternal, Emmett no pudo reclamar nada ya que Esme era como su madre y sus reclamos no serían bien vistos, pero había algo que Esme no podía saber y eso era la venganza que Emmett planeaba en contra de su hermanita Alice.

Edward fue el único en enterarse de los maléficos planes que Emmett planeaba en su mente…

-Emmett ella ve el futuro, ella te verá y sabes que no es bueno meterse con ella a menos que quieras sufrir-le dijo Edward a su hermano mientras Alice acomodaba las cajas en el jeep de Emmett.

-No me preocupa, ella me las pagará y no sabrá ni que la golpeó-dijo Emmett mientras llenaba su mente de indecisiones y el contaba con un arma secreta…Nessie.

-Nessie! ¿Acompañarías a tu tío a dejar estas cajas? Te compraré un helado!-chantajeó Emmett a la niña quien gustosa saltó a el jeep de su tío haciendo que el futuro y decisiones del vampiro fueran nulas ante el don de Alice.

Mientras tanto la familia se preparaba para ir a cazar y como si fuese un amuleto de la suerte, Alice buscó su gargantilla por todos lados pero sin ningún resultado.

-¿Alguien ha visto mi gargantilla?-preguntó la vampira causando confusión en todos, Alice nunca perdía nada, ninguno de ellos lo hacía y no era algo común en ella.

-Alice, tranquila ya la encontraremos-interfirió Jasper al ver que su amada estaba demasiada alterada.

-No me puedo calmar! De seguro fue Emmett! Waaaaaa! Me las pagará!-amenazó la pequeña vidente y sin que alguien se atreviera a contradecirla.

Alice estaba fuera de sí, su gargantilla era algo importante y Emmett pagaría sus sospechas.

Una malvada trampa estaba siendo planeada en la mente de Alice, algo que haría que Emmett se arrepintiera aunque el planeaba otra cosa para su querida hermanita.

Edward no paraba de reír al ver la travesura que pasaba por la enorme mente de Alice.

-¿Qué es lo que sucede?¿por que te ríes así?-preguntó Bella al ver que su marido se carcajeaba como nunca ella disfrutaba aquella felicidad pero sentía curiosidad de la guerra que sabía que pronto se desataría.

-Alice es muy peligrosa y parece que los videojuegos de Emmett lo pagarán caro-dijo Edward mientras le regalaba a su esposa una de sus irresistibles sonrisas torcidas.

Una hora más tarde Emmett y Nessie llegaron a la mansión Cullen, la pequeña híbrida saltó a los brazos de su madre inmediatamente después de entrar por la puerta mientras Emmett estacionaba su jeep en el garaje.

Emmett siempre revisaba sus amados videojuegos pero esta vez se llevaría una no muy grata sorpresa, Alice le había quitado todos los tornillos, Emmett tomó como si nada su guitarra de Guitar Hero para limpiarla como hacía a diario pero vaya sorpresa que se llevó al ver que al tomar la guitarra esta se deshizo en sus manos, pieza a pieza cayó su guitarra, lo mismo pasó con su control de X-box, con su play station, todo absolutamente deshecho.

-Alice! Se que fuiste tu! ¿Por qué rayos lo hiciste? Sabes que amo mis videojuegos! Pero me he adelantado! Muajajajaja-dijo Emmett con una sonrisa de satisfacción dibujada en su rostro.

-¿A que te refieres…?-preguntó Alice pero antes de que Emmett pudiera responder a su pregunta, en la habitación de Alice olía a perros pero esta vez no era ningún lobo de la Push, realmente eran perros!.

Alice corrió a su habitación, era demasiado tarde todos sus zapatos estaban babeados y agujerados, los perros no habían resistido la oportunidad de morder la mejor clase de zapatos, 3 perros habían sido suficientes para acabar con la cara colección de zapatos de Alice.

-Emmett! Mis zapatos! Waaa! Ahora si me las pagarás en serio!-amenazó Alice mientras salía de un brinco por la ventana seguida por Jasper, todos estában atónitos de ver lo que Emmett y Alice se habían hecho el uno al otro.

Emmett armó de nuevo sus videojuegos con ayuda de Rose quien rápidamente acabó de armar todos pero una risa malvada interrumpió su instante de felicidad del enorme vampiro.

-Muajajajaja! Emmett no sabía tus verdaderos gustos! Jajajajaja-se burló Alice mientras de nuevo entraba por la ventana.

-Pequeña enana! Te arrepentirás de cualquiera que fuese la cosa que hiciste!-gritó Emmett mientras hacía una frenética carrera hacia el garaje solo para descubrir que su amado Jeep estaba pintado de rosa con un estampado de rosas y las llantas de un rosa aún más fuerte.

-Alice! Mi jeep! ¿Por qué haces esto? La que empezó todo fuiste tu! Me mandaste sin razón! Tu eres la de la idea de la donación!-reclamó Emmett mientras se sentaba en el suelo cruzado de brazos como si fuese un niño pequeño.

-Tu me quitaste mi gargantilla! Te lo mereces! Y Esme te mando a dejar la ropa por que me llamaste enana!-contraatacó Alice.

-Eres enana y…..hey! espera! ¿de que gargantilla hablas!-preguntó Emmett confundido, el había planeado lo de los perros pero no le había escondido ni mucho menos robado algo a Alice.

-De la que siempre uso! Tu me la robaste!-gritó Alice.

-Eso no es verdad!, yo nunca te quitaría tu gargantilla y lo sabes Alice!-dijo Emmett siendo totalmente sincero con su hermana.

-¿Lo dices en serio?-preguntó Alice apenada ante la travesura que le había hecho a su hermano.

-En serio, es más te ayudaré a buscar tu gargantilla pero ayudame a arreglar mi jeep vale?-dijo Emmett mientras se levantaba del suelo, Alice asintió al trato.

Al entrar de nuevo a la casa Cullen, todos se sorprendieron al ver que las cosas se habían arreglado entre los dos hermanos, pero algo insospechado sucedió ya que toda la familia subió a la habitación de Alice para buscar la gargantilla, pero vaya sorpresa que se llevaron al ver que Renesmee llevaba puesta la gargantilla de su tía.

-Lo ves Alice? La gargantilla estaba debajo de tu cama!-dijo Emmett mientras Alice tomaba la gargantilla que le entregó Nessie para poder guardarla en su joyero pero vaya sorpresa que se llevó Alice al ver su armario lleno de polillas y con su ropa llena de agujeros ¿el responsable?...Emmett.

-Emmett! Me las pagarás!-dijo Alice mientras la frenética carrera por sobrevivir de Emmett empezaba…
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Hola! Pues espero les haya gustado lo que escribo y que quizá pueda ser merecedor de un coment, eso sería de mucha ayuda a mi inspiración, gracias por haber leído ya que escribir me hace feliz y si alguien lee lo que escribo entonces se que vale la pena hacerlo. Gracias Atte YoceCullen