lunes, 14 de abril de 2014

1.-NOCHE INMORTAL...luna de noche



-No!!!!!!!!!!!-ese fue mi último llamado de auxilio, nadie me había escuchado, sola en la calle sobre el suelo mojado sin esperanza a nada, olvidada como mis ilusiones y sueños echados a la basura pero lo más importante no sabría si vería de nuevo al amor de mi vida…Edward.

Mi cuerpo ardía en llamas, me quemaba por dentro sin poder hacer nada más..Muerte!! Eso era lo que más deseaba en ese momento pero para mi desgracia…nunca llegó.

El dolor pasaba poco a poco, no me dí cuenta hasta que una voz me despertó del limbo al que me había escapado tratando de olvidar el verdadero infierno que me consumía minutos antes.

-Bella!! Despierta!-gritaba aquella voz, ¿Cómo sabía como me llamaba? ¿Quién era él? ¿Me estaba ayudando? Sinceramente no me importaba ya, yo solo quería seguir “dormida” para no despertar jamás.

-Isabella!!-gritó de nuevo esa voz que ya me estaba cansando ¿era tan difícil solo dejarme morir?

Aquella voz siguió gritándome por horas sin una gota de cansancio o rendición, sabía que nunca se detendría y si no lo paraba en ese instante, mi deseo de morir no seguiría jamás.

Abrí los ojos para conocer a aquél que me impedía llegar a mi ansiada muerte encontrándome con un joven bien parecido de cuerpo grande y fuerte, con sus ojos rojos como la sangre y llenos de curiosidad, mirándome como si fuese un experimento su vigilancia.

Su forma de mirarme me molestó y me irritó y sin saber como pasó un fuerte y feroz gruñido salió de dentro mío tomando de sorpresa al tipo en frente de mí, no se como había pasado pero me alegró el haber alejado de mi la mirada del tipo aunque fuese solo por unos instantes.

-Tranquila es solo que nunca había visto a nadie como tú-explicó aquél extraño acercándose cautelosamente, temeroso de mi reacción.

-¿Alguien como yo?-pregunté llevándome una sorpresa que no había contemplado en todo esto, mi voz…era dulce y melodiosa.

-Si, tu eres distinta a los demás, tu transformación está incompleta pero tu apariencia es como la de nosotros los…-había dicho aquél joven pero al querer mencionar la última palabra, su voz se congeló en la nada, como si me fuese a decir lo que yo no quería escuchar.

-¿Los? Dilo!! Un monstruo, un fantasma o ¿Qué!? Dilo ya!-exigí saber.

-Un vampiro!!! ¿Contenta?-

-¿Yo un vampiro? Jajajaja estas loco!! Los vampiros no existen!-

-Si existen! Me estás viendo a mí! ¿Acaso no notas algo distinto en ti o en mi?-

Cuando él mencionó eso me di cuenta de que tenía razón, mi vista, mi olfato y mi oído todos mis sentidos se habían súper desarrollado, y en cuanto a él su piel, su complexión pero sobretodo sus ojos, sus ojos rojos como inyectados con sangre, pero..No podía ser! ¿Una vampira?

-Yo no soy una vampira! Me rehúso a serlo! Cámbiame!-le pedí

-No es algo que yo pueda cambiar, lo intenté pero fue demasiado tarde, tu transformación ya está hecha pero…-

-¿acaso toda tu vida se basa en dudas? Dilo ya!!-exigí

-Tu transformación está incompleta, traté de succionar toda la ponzoña pero fue demasiado tarde, no pude hacer mucho, lo siento-explicó

-¿Puedes explicarme que fue lo que sucedió?¿como me encontraste?¿quien eres?¿donde estoy?¿que hago aquí?-

-Calma! ¿Sabías que preguntas mucho?-

-Ya me lo habían dicho antes, pero yo soy la vampira nueva y tu el que “me salvo” así que responderás a alguna de mis preguntas ¿o tendré que salir a buscar respuestas?-dije bastante enfadada, si de por sí haberme convertido en media vampira era algo bastante malo, ahora me encontraba frente a un vampiro que no ayudaba mucho.

Pero a pesar de mi coraje mi corazón me decía que algo estaba mal, que alguien en algún lado me esperaba pero por alguna razón todos mis recuerdos se habían marchado, tan solo recordaba mi nombre pero todo lo demás no eran más que simples sensaciones dentro de mí.

-Ok! Pero no me preguntarás nada antes de que yo acabe ¿vale?-

-Esta bien, prometo no interrumpir-dije conformándome ya que no había otra forma de saber lo que pasaba.

-Esta bien, mi nombre es Emmett, he sido un vampiro desde hace como 90 años quizá no es mucho pero he aprendido bastantes cosas sobre nuestro mundo y una de ellas es que he aprendido a controlar mi sed, es por ello que he podido quitarte un poco de ponzoña sin llegar a matarte, quizá por eso tu aún no estas tan sedienta-

-Sedienta? Te refieres a ¿sangre?-

-Si, pero te lo explicaré luego además dijiste que no me interrumpirías-

-De acuerdo pero tu debes comprender que esto no es sencillo-

-Ok, lo se pero es que tu caso es algo extraño, en fin yo iba a ir de caza cuando oí tus gritos, corrí para ver que era lo que estaba sucediendo y lo que pasaba era que un vampiro foreño cuya esencia desconocía él te había mordido, tu sangre era irresistible y no resistí la idea de una pelea por comida, así que ataqué al vampiro dejándote a ti de lado, él opuso resistencia pero terminó rindiéndose, él se fue pero tu continuabas allí retorciéndote de dolor, la ponzoña estaba haciendo efecto en ti y tu sangre dejó de ser una tentación para mí.

Aún así decidí salvarte, tu no habías elegido esta vida pero sin en cambio como te dije no pude hacer mucho a pesar de mi débil intento por ayudarte tu seguías con la quemazón, tu transformación estaba casi completa a excepción de la ponzoña que te quité tan siquiera eso ayudó a que la quemazón acabara en unas cuantas horas y no en días como lo hubiera hecho un vampiro completo-

-Espera, osea ¿que soy una media vampira?-

-Eso creo la verdad no estoy seguro nunca antes había visto medias transformaciones por ahora pareces una vampira común pero más adelante no se que pueda pasar-

-Si es que ya me quedaré así por siempre ¿también me puedes decir como sabes mi nombre?-

-Bueno eso es más sencillo de explicar, tan solo estaba una pequeña tarjeta con solo tu nombre y estaba en tu bolsa junto con algo de dinero es por ello que pude ver quien eras-

-¿Quién era?-

-Si, después de todo los vampiros no podemos andar entre la gente, ellos son nuestra comida, tendrás que empezar una nueva vida, ya no podrás volver a casa-

-Oh mmm al menos eso no será problema, ni siquiera recuerdo donde vivía, quien era mi familia, no recuerdo nada más que mi nombre pero dijiste que nuestra comida eran los humanos, yo no me comeré a nadie ¿Cómo sabré que no son de mi familia? ¿no hay otra forma de alimentarme? Ahora que lo dices mi garganta está quemándose, creo que tengo sed pero no quiero alimentarme de humanos.-dije mientras me imaginaba la escena, yo de caza acorralando a un hombre, su gesto de horror y sin saber que quizá pudiera ser mi padre que horror!, nadie de mi familia ni de cualquier otra, eso si que no lo haría.

-Tranquila hay otra forma de alimentarnos aunque la verdad no es mi preferida pero quizá para ti funcione-

-¿en serio? Y ¿Cuál es?-

-Podemos beber sangre de animales, no es lo mismo como ya te había dicho pero ayuda a no estar débiles-

-Ok, ¿me llevarías de caza?

-Claro que sí, creeme que ya hasta te considero mi hermana, no se pero creo que nos llevaremos bien y yo solo te acompañaré digamos que la sangre animal no es lo mío-
-Mmm esta bien ¿hay algo más que deba saber acerca de esta vida?-

-Pues algunas desventajas son el tener que esconderte a la luz del sol pues nosotros brillamos como si fuesemos brillantes, se que es muy de niñas pero así somos, otra desventaja es el tener que mudarnos después de algunos años no es normal que alguien de 90 años como yo luzca de 24 toda su vida ¿o sí?-dijo Emmett y yo negué con la cabeza en absoluto silencio, si esta sería mi vida tal vez debía saber lo más posible para no poner en riesgo que Emmett tenía y que ahora yo formaba parte de él pero Emmett siguió hablando antes de que otro pensamiento más cruzara por mi mente.

-Aunque para ti sería una ventaja no envejecer jamás Jajajaja-bromeó Emmett pero en lugar de responderle con una sonrisa tan solo salió una mueca de mi ya frío y pálido rostro.

-Bueno otra desventaja es la sed pero tampoco será un problema para ti, para ser una neófita estás bastante controlada, pero basta de desventajas, las ventajas son bastante buenas-

-¿Cómo cuales?-

-Hay muchas ventajas como la fuerza sobrehumana, la velocidad, la vista, oído, tacto, y el olfato súper desarrollados, el perfecto equilibrio, muchas habilidades, la memoria infinita, en fin se que disfrutarás de esta vida te lo aseguro-

-Tal vez sí tal vez no pero ¿prometes no dejarme sola en esto?-

-Claro que no te dejaré sola, ¿no pusiste atención? Te considero ya como mi hermanita al menos ya no estaré solo-

-Gracias por todo y pues por haberme salvado de cualquier manera iba a morir en manos de ese vampiro-agradecí sinceramente.

-Muy bien Bellita basta de sentimentalismos, no tienes nada que agradecer ahora vamos a cazar!! Tengo hambre!!-lo miré seriamente-ok ok solo por esa ocasión cazaré contigo solo animales, nada de humanos-dijo resigado pero me alegré de que al menos no mataría personas esta noche.

Esta noche, la noche en que me había convertido en vampira, la noche en la que todo empezaba, esta era mi noche…mi Noche Inmortal.

_________________________________________


Querido diario...Sálvalo


Querido diario…Elizabeth Masen…crepúsculo años atrás.

La influenza atacaba nuestro país con saña, con maldad, como si quisiera acabar con todos nosotros de una vez, eso sin dejar de lado el alistamiento para el ejército, Edward mi hijo deseaba con fervor ir con ellos pero a mí me aterraba que fuera, las historias de guerras y luchas eran devastadoras, por nada del mundo deseaba esa vida para mi hijo, él estaba predestinado a algo más.

Pronto la enfermedad nos alcanzó a los tres casi al mismo tiempo, pero para cuando empezaban a curar a la gente ya era demasiado tarde, al menos para mi esposo Edward ya que la epidemia lo había alcanzado unos días antes que a nosotros y solo pudo resistir unos cuantos días, un día al dormir ya no despertó, nos dimos cuenta de que él ya había muerto.

Edward mi hijo también cayó en cama, y seguido por él, yo, el hospital estaba repleto, no cabía ni un alma más, no por nada la llamaban epidemia, niños, mujeres y hombres morían hora a hora, incluyéndonos a nosotros.

Poco sabía de mi hijo a pesar de tenerlo tendido al lado mío, las enfermeras y doctores eran realmente escasos para cuidarnos, en ocasiones tardaban en notar que seguíamos allí, no los culpo en sus manos estaban miles de vidas, poco podían hacer, no eran más que personas.

Fue allí cuando lo vi, un hombre rubio de ojos amarillos, pálido y ojeroso pero no por menos amable y dispuesto a ayudarnos.

Él parecía no cansarse a pesar de las horas que trabajaba sin parar, él no me veía observarlo pero yo veía en él algo más, la precisión de sus movimientos, la agilidad y velocidad con la que aplicaba las inyecciones y que al atardecer siguiera con la energía del primer momento de la mañana me dejaba realmente impresionada.

Su piel era fría aunque no podía asegurarlo totalmente, mi temperatura era por mucho más alta de lo normal, la de todos los enfermos allí lo era, pero aún así no era normal.

En ocasiones y cuando mi hijo dormía, yo cruzaba a penas unas palabras con él, aquél doctor que nos cuidaba con detalle y amor a lo que hacía, supe que se llamaba Carlisle, y que nos cuidaría hasta que nos recuperáramos pero yo sabía que yo no volvería a poner un pie fuera del hospital.

Pude notar que él nunca enfermó como algunos otros médicos, era inmune a la enfermedad puesto que no llevaba ninguna protección, no quería esforzarme de más pero podía ver que Carlisle tenía algo fuera de lo normal.

Las fuerzas en mi estaban por terminar, me sentía débil y Carlisle pudo notarlo por que casi no se alejaba de Edward y de mí, él decía que Edward se iría antes que yo pero yo no vería a mi hijo morir, no, él viviría.

-Carlisle…-susurré utilizando las pocas fuerzas que me quedaban, Edward no podía oírme de eso estaba segura, de haberlo hecho se hubiera girado hacia mí.

-Elizabeth no hables, te cansarás de más-me pidió él, yo ya lo consideraba un ángel, uno que nos cuidaba a ambos.

-Salva a mi hijo-le pedí apenas viendo su rostro.

-¿Cómo quieres que lo salve?, hago todo lo que puedo pero la medicina…-empezó a decir a alarmado pero lo tomé de la mano interrumpiéndolo.

-Haz lo que incluso otros no pueden, se que solo tú puedes salvarlo…-mi voz se desvanecía pero estaba segura que me había escuchado.

-¿Estás segura de lo que me pides? Yo no estoy seguro…-me dijo con su voz dulce a la que me había acostumbrado.

-Promételo-le pedí con las últimas fuerzas que me quedaban.

-Lo prometo-juró y entonces supe que Edward viviría, no logré saber lo que era Carlisle pero no importaba, estaba completamente segura que mi hijo estaría a salvo con él y que de alguna u otra manera, aquél ángel cumpliría su promesa…

Elizabeth Masen
___________________________________________

Bueno espero les haya gustado, siempre quise saber algún pensamiento de la mamá de Edward y salió esto, espero que aunque sea corto sea de su agrado  los quiere JessiYoce

Querido diario...Solo una humana




Querido diario…Victoria-situado en Eclipse-


No, esto no podía quedarse así, estúpida humana ¡maldita seas!, no significas más que un simple bicho y estorbo en mi camino, vales más muerta que viva, si tu mueres yo vengaré la muerte de mi James.

Tu debiste ser la que se convertía en cenizas, la que debió causarle el dolor de pérdida a ese Edward como él me lo hizo sentir a mí, ¿Quién se cree esa familia a la que crees pertenecer como para alejarme de mi compañero?, Los Cullen no saben con quien se han metido, quizá James no previno el peligro pero eso es lo que yo tengo de sobra, el don de la supervivencia.

Esa noche solo quedamos Laurent y yo, pero antes de que se fuera le pedí un último favor, seguir a ese estúpido clan, enterarse de lo que eran capaces de hacer, y al final yo terminaría con ellos uno por uno…

Genial…una vidente, un lector de mentes, un tipo capaz de manejar tus emociones a su antojo y por los otros no había demasiado riesgo, Laurent había mandado su último reporte desde Denalí, desde esa última vez no había sabido nada de él, pero no me importaba demasiado en realidad, para lo que lo había necesitado había terminado y ahora todo esto correría por cuenta mía.

Aprendí a jugar con los puntos ciegos de esa adivina, vaya que Laurent sabía hacer un buen trabajo pero por su ausencia supuse que no había aprendido lo suficiente de ellos como para cuidarse como yo.

También sabía a la distancia en que mi mente estaba segura, esta vez yo no fallaría, aunque no pensé encontrarme con unos perros estorbando en mi camino, no había visto nada como eso en mi existencia, pero tampoco habían podido atraparme, eran demasiado lentos para darme caza y lo suficientemente torpes como para ser despistados y creer que me iba cuando realmente seguía volviendo.

EL tiempo pasaba y debo admitir que la frustración de seguir viendo a esa torpe humana respirar, aunque con el miedo que lograba ver en sus ojos me bastaba, al menos por ahora.

Todos esos vampiros de cuarta la cuidaban como si de verdad ella valiera algo, como si fuera una de nosotros, pero ya no había un nosotros, desde el día en que James murió se volvieron ellos o yo.

No me tomó mucho tiempo pensar la manera de vengarme, lo que me había costado tiempo era asegurarme que nadie se enterara de mis planes, por suerte nadie previó mi ataque hasta que fue demasiado tarde.

Riley era una pieza clave en mi plan, en un sentido lo quería pero poco más que a un perro de mascota, el pobrecillo pensaba que lo amaba y que mi venganza hacia los Cullen no era más que un pequeño resentimiento por la muerte de un “amigo”, la muerte de James.

Él tomaba las decisiones por mi, él traía a los humanos para que yo los convirtiera, él los cuidaba, en fin Riley me dejaba el tiempo suficiente para concentrarme mejor en el trofeo, en el objetivo, en Isabella Swan.

Los neófitos estaban listos para atacar, mañana sería la gran pelea y por fin acabaría con todos ellos, sin que pudieran atestiguar en mi contra y ponerme en evidencia con los Vulturis, con suerte Aro no vendría con ellos si era que se les ocurría aparecer y mi verdad sería tomada como la absoluta pues no habría nadie que dijera lo contrario.

Riley ya llevaba a los neófitos para dejarlos en su posición, los Cullen estaban ya plantados en el claro tal y como Riley me había informado, todo saldría conforme a mi plan.

¿Pero que rayos…? No, imposible…lobos y vampiros…¿podría ser posible?

Corrí…corrí siguiendo su olor, mi ejército no saldría de esto, pero tampoco lo haría ella, no lo haría, ella debía morir aunque de eso me dependiera la vida propia…

Victoria

_____________________________

 Bueno ahora quise pensar como Victoria, o al menos intentarlo, XD jajaja pero en fin espero que les haya gustado, =) este tipo de mini mini mini mini escritos salen de momentos de inspiración que acaban tan rápido como vinieron, por eso son tan cortitos jijiji sugerencias aceptadas sin problemas XD atte. JessiYoce

Querido diario...Nunca te dejé sola



Querido Diario…Jacob Black –situado en Luna Nueva-


“Las cosas se han puesto bastante mal desde esa salida al cine, ¡Maldita sea la hora en que me convertí en esto!

Yo debería…ella debería…todos deberían…pero nadie hace nada para aceptarlo o cambiarlo, estoy metido en esto hasta el cuello, me siento asfixiado como si dos manos se cerraran en torno a mi garganta impidiéndome respirar.

Pero no me importa sacrificar quien era y quien soy ahora con tal de no dañarla a ella pues le había prometido que no la abandonaría como lo hizo ese chupasangre, le juré que no la dejaría sola y ahora la tengo que alejar de mí, llenar su cabeza de mentiras y verla sufrir a causa de lo que me convertido.

Y aunque nunca la he dejado sola y la he cuidado hasta donde me es permitido, me consume que ella no lo sepa, que piense que yo su mejor amigo la traicioné.

Yo su mejor amigo…!Demonios! y justo cuando estaba tan cerca de poder hacerla feliz la hago sufrir, aquella tarde en que le dije todas esas cosas sin pensar, en ese momento en que me vi obligado a mi mismo a mentir, a ella, a mi.

Pero esta noche iré a verla, le explicaré todo o al menos lo que le pueda decir, le diré que la necesito, que aunque ella logré adivinar lo que soy y me odie por ser un monstruo yo no la dejaré, como no la he dejado todo este tiempo.

Se que los demás me odiarán por “poner en peligro” el secreto, pero no me importa ya después me las arreglaré con ellos.

Pensé que podría con esto, que alejarla de mí sería lo mejor para no ponerla en peligro, para no lastimarla en un arranque de enojo, pero lo cierto es que con ella no podré enojarme nunca, ella me hace feliz y hace que las sonrisas vengan a mí como el oxígeno a mis pulmones.

La decisión está tomada, esta noche iré a su casa después de que Charlie se duerma, subiré a su ventana y le recordaré mi promesa, a ella…mi mejor amiga…Bella Swan.


Jacob Black
_________________________________________

Alo0! No se como se le llame a lo que “escribí” creo que se le dice Drabble o quizá llegue a categoría de viñeta XD jajaja en fin pero espero les haya gustado, se que es peque, pero serán una serie de pensamientos, quizá otros sean más largos pero este es el primero que me vino a la mente, si tienen sugerencias no duden en decirlas, yo las escribiré con gusto, atte. JessiYoce

Cherry Girl-Segunda parte


POV ALICE

Ya habían pasado unas semanas desde que Jasper y yo comenzamos a salir, todo iba de maravilla, mis padres lo habían aceptado con facilidad, él era realmente encantador ¿Quién podría resistírsele? Al parecer ni mis padres ni yo habíamos podido hacerlo.

Ser novia de Jasper quien había y seguía siendo mi mejor amigo era fantástico, me encantaba estar en sus brazos, lo amaba con todo el alma, él estaba lleno de cualidades y una de ellas era que sabía como tocar la guitarra, y yo no.

Esa era una de las razones por las cuales se la pasaba casi todo el tiempo en mi casa y en lo personal a mi me encantaba que lo hiciera, me la pasaba tan bien con él y aprender a tocar la guitarra era tan fácil como aprender a parpadear.

-No Alice, este acorde es así-decía él cuando yo me distraía viéndolo, él simplemente sonreía como si nada y me enseñaba con una paciencia infinita, nadie era tan paciente conmigo además de mis padres.

En parte el pequeño enojo que había tenido con Rosalie por haberme metido en todo ese rollo del concurso de bandas había desaparecido, hasta me sentía agradecida con ella, pues me había dado una excusa más para ver a Jazz después de clases todos los días.

Tocar la guitarra no era tan difícil, al menos no como me había parecido en un principio, ahora ya era capaz de tocar una canción completa si me concentraba lo suficiente.

Rosalie había sido la encargada de convencer a la otra chica de la banda, Isabella Swan, Bella tocaría la batería, yo la guitarra y Rosalie cantaría tocando el teclado, su plan no sonaba tan arriesgado, no cuando después de practicar en casa de Rose por días los perros habían dejado de aullar, eso significaba que íbamos mejorando.

-“Vamos a vernos mañana tú y yo, hasta que se meta el sol”-cantaba Rosalie mientras que Bella y yo le seguíamos el ritmo.

-“Te besaré hasta el infinito, te amaré mi querido niño”-siguió cantando mientras que yo solo la escuchaba por partes y muy a lo lejos, miraba el reloj suplicándole que el tiempo de ensayo acabara, Jasper pasaría por mi al terminar y estaríamos juntos para “mi lección de guitarra” que solo usábamos como excusa pues yo ya era casi buena.

-¡Ya son las 6!-canturreé mientras me sentía como pavo real esponjándome de orgullo por el novio que tenía.

-Pero Alice aún nos falta ensayar un poco más-dijo Rosalie con cara de capricho.

-Vamos Rose, sonamos bastante bien, además deja que Alice se vaya con Jasper, no me digas que tú no te mueres por ir con Emmett-intervino Bella aprovechándose para burlarse un poco de Rose, yo también me reí.

-Muy graciosa Bella, además tu no eres una blanca paloma, ¿crees que no hemos visto como te vas a “escondidas” con Edward?-contraatacó Rosalie.

Yo me reí más fuerte, las dos estaban más locas que yo y mira que para eso está difícil, me salí de su garaje mientras ellas seguían con sus rollos de novios.

Afuera ya estaba Jasper esperándome corrí en cuanto sus brazos se abrieron para recibirme.

-Hola pequeña ¿Cómo estas?-dijo antes de besarme.

-Mmm.....-volví a besarlo-déjame pensar-lo besé de nuevo-parece que ahora ya empiezo a estar bien.

-Te adoro, ahora que te veo yo también ya estoy bien-respondió Jasper mientras me daba vueltas por el aire.

-Ay si me llamo Alice y tengo el novio perfecto-gritaron Bella y Rosalie desde la ventana que daba a la calle en donde estábamos Jasper y yo.

-¡Celosas!-les grité en respuesta, Jasper las saludó y todos nos reímos mientras que nosotros dos caminábamos rumbo a mi casa.

-Tus amigas están locas pero bueno supongo que al estar contigo tanto tiempo se les pegó-dijo sonriendo pero yo lo miré enojada.

-No me veas así amor-dijo disculpándose pero lo seguí mirando feo-Alice…lo siento-

-¡Te engañe!-le grité mientras o abrazaba de nuevo.

-Eres mala-

-Tu empezaste, al menos yo no te llamé loca-contesté con una sonrisa, de nuevo me besó.

Después de eso seguimos caminando tomados de la mano hasta mi casa, estando en la puerta él no entró como era costumbre.

-¿Qué pasa?-le pregunté al ver que el se alejaba para irse.

-Nada, es solo que tengo algo que hacer lo siento Ali-se disculpó Jasper y después de besarme de piquito se fue, yo me quedé allí como tonta hasta que oí la voz de mi mamá llamándome desde la cocina.

-¿Qué pasa Alice, por que traes esa cara?-preguntó mi mamá en cuanto llegué a la cocina.

-Es que Jasper se fue así sin decir nada, lo sentí distante-hice una pausa-bueno dijo que tenía algo que hacer pero nada más-le expliqué a mi mamá, ella me consoló con un abrazo.

-No te preocupes, créeme él no lo hizo con esa intención-dijo ella como si supiera algo más.

-Mamá ¿tu sabes algo más?-le pregunté en tono acusador.

-No, solo que Jasper me parece un buen chico, en fin ¿cuando es el concurso de las bandas?-preguntó cambiándome de tema, yo sabía perfectamente que cuando mi mamá hacia eso había dos cosas de por medio, una era que no me diría nada más y la otra era que ella sabía algo que yo no.

Decidí irme a mi habitación y allí estaba la tonta guitarra que me hacía recordar las tardes con Jasper, quizá era una niñería pero la actitud de hoy me había dejado inquieta, Jasper nunca me ocultaba nada y ahora había estado tan frío cuando siempre me decía que no se quería ir.

Estaba tirada en la cama cuando mi celular comenzó a sonar.

Miré el identificador, era Jasper, no le contesté.

Siguió sonando como por diez minutos, seguí sin contestar.

De pronto un nuevo tono sonó en mi teléfono, era un mensaje.

“Alice, siento lo de esta tarde pero era urgente que me fuera, quizá por eso no me contestes pero aunque quiero explicarte todo aún no puedo hacerlo, te quiere Jazz”

Miré el mensaje con enojo, empecé a llorar, ¿que era eso que no me podía decir? ¿Por qué no me tenía confianza?, no le contesté el mensaje.

Al pasar los minutos me llegó otro mensaje.

“¿Alice? ¿Por qué no me contestas? No quiero que estés enojada conmigo, Alice si no me contestas te iré a buscar a tu casa para aclarar las cosas, te quiere Jazz”

No, no quería que él viniera y viera mi rabieta, así que decidí llamarle para pedirle que no viniera.

-¿Alice?-preguntó Jasper desde el otro lado de la línea.

-Si soy yo-contesté.

-¡Alice! Cielo perdóname, no era mi intención hacerte sentir mal, créeme que no he hecho nada malo, no puedo decirte nada Ali, pero ¿me crees si te digo que nunca sería capaz de dañarte?-

Seguí escuchándolo sin contestar.

-¿No me crees verdad?-dijo triste.

Seguí con mi silencio, si hablaba no sería capaz de ocultar que estaba llorando.

-Ali voy para tu casa directamente, no tardaré más de 10 minutos-

-No, no quiero que vengas, no me importa lo que hagas si no me tienes la confianza para decírmelo será mejor que lo dejes por la paz-le dije y un maldito sollozo me delató.

-¿Estas llorando?-preguntó nervioso-Alice por favor, ¿Cómo que lo deje por la paz? Alice por favor déjame explicarte-suplicó pero yo no le dije nada.
-Jasper no tienes por que decírmelo a la fuerza, además y ano tiene caso solo no vengas ya arreglaremos las cosas luego-le dije y colgué.

No me dí cuenta de la hora en que me quedé dormida, la luz me despertó al día siguiente.

-Alice se te va a hacer tarde si no te levantas ahora-me dijo mi mamá y me levanté a regañadientes, quería seguir durmiendo así no recordaría a Jasper ni tendría que verlo en la escuela.

Pero aún con flojera y nostalgia fui a la escuela, tal y como no quería que pasara Jasper me esperaba en la entrada.

-Alice…-comenzó pero yo me pasé de largo, no pude dar mas de dos pasos cuando él me detuvo por el brazo.

-No Jasper, yo te quiero demasiado pero ayer bueno lo que pasó me hizo pensar las cosas, ya ni siquiera fue por lo que no me contaste, es sobre mi reacción, no quiero que por cualquier cosa te haga una escena, no quiero que pases por eso-le contesté con la verdad, no podía engañar a Jasper, eso era lo que realmente sentía.

-Pero Alice, yo te quiero como seas, acepto que fue mi culpa por no haberte dicho lo que planeaba hacer para el día del concurso, perdóname Ali, te amo y no quería que te sintieras así-me dijo pero antes de que pudiera negarme me besó.

Después de eso no pude estar más lejos de él, lo amaba y no quería que estuviéramos peleados el día del concurso, necesitaba de él y su apoyo, aunque al final decidí que guardara en secreto su misteriosa sorpresa, si se había tomado tantas molestias, decidí que sería mejor que no me dijera nada a pesar que él ahora se moría por decírmelo.


Pasaron los días y por fin era la hora del concurso.

-Bueno después de esta banda seguimos nosotras-dije emocionada.

-Si-Bella hizo una pausa-¿has visto donde se metió Rosalie?-preguntó ella y hasta ahora que lo había mencionado no había regresado del baño.

-No, no se donde esta-

-Chicas-dijo una voz ronca y dolorida, era Rosalie quien se tapaba la garganta y traía una taza de té en la mano.

-Oh no Rosalie, ¿Qué vamos a hacer?-preguntó Bella poniéndose completamente nerviosa.

-Alice tendrás que cantar-dijo Rosalie como si tuviera algo atorado en la garganta.

-¿Yo? Si yo no…-empecé a decir pero Bella me interrumpió.

-Alice tu cantas perfecto, quizá no te hayas dado cuenta pero en los ensayos cuando parecías aislada en Alicelandia cantabas y no lo hacías para nada mal-dijo Bella emocionada, Rosalie levantó los pulgares en apoyo a la sugerencia de Bella.

-Rosalie, Bella y Alice favor de salir al escenario-dijo la voz de la profesora encargada de dirigir el concurso.

Las tres salimos nerviosas, Bella se preparó en la batería, Rosalie siguió en el teclado y yo en el micrófono con mi guitarra.

-Un, dos, tres ¡cuatro!-gritó Bella en cuenta regresiva mientras que Rosalie comenzaba a tocar y yo a marcar aún más el ritmo con la guitarra.

-Oh niño, oh niño te amo te quiero-empecé a cantar y todos los presentes comenzaron a aplaudir y gritar emocionados, fue allí donde lo vi. Jasper estaba en primera fila animándome, sonreí y canté con más animó y a todo pulmón.

Al acabar todos pidieron otra, pero la profesora dijo que era hora de que los jueces eligieran a los ganadores.

-Y los ganadores son…-empezó a decir la profesora, mientras que yo abrazaba a Jasper nerviosa.

-¡Rosalie, Bella y Alice!-en cuanto la profesora mencionó nuestros nombres, yo comencé a saltar y Jasper me llenó la cara de besos, Rosalie, Bella y yo nos abrazamos segundos después dando brinquitos en círculo.

-Alice ¡felicidades! Ganaron-me felicito mi novio, me estaba abrazando cuando dos tipos de traje se acercaron a nosotros.

-¿Quiénes son?-le pregunté a Jasper mientras me ocultaba tras él.

-Tranquila Ali, ellos son los representantes de una disquera, la tarde en que nos peleamos fui a verlos para que vinieran, ustedes son muy buenas y les dije que las escucharan y creo que traen buenas noticias ¿no caballeros?-dijo Jasper dirigiéndose a ellos.

-En efecto señorita, hemos escuchado como tocan y al ver como reaccionaba el público nos convencimos que si no les ofreciéramos un contrato nos estaríamos perdiendo de una de las mayores promesas juveniles-dijo el señor más alto.

Desde ahí todo fue casi perfecto, terminé la escuela y Jasper y yo nos graduamos al mismo tiempo, junto con las chicas, el contrato era grabar nuestras canciones y darlas a conocer, y en efecto las canciones pegaron en la radio, y nos fuimos haciendo famosas, pasaron unos cuantos años después de eso, y me llevé la sorpresa más grande de mi vida, y no, no era un Grammy, ni un disco de oro.

Jasper me invitó a cenar después de un concierto, y allí me pidió que nos casáramos, obviamente le dije que sí, la boda fue preciosa, nos casamos sobre el escenario, fue raro pero admitiéndolo nada en mi vida había sido normal jamás.


fin