miércoles, 19 de octubre de 2011

Sin elección...fic


Alice Cullen podía tener lo que más deseara de la vida, lujos, caprichos, ropa y zapatos por montón, pero lo único que ella deseaba era estar junto al chico que amaba, Jasper Hale.

La delicada y mimada Alice vivía en una gran mansión junto con su hermana Bella, sus padres habían muerto un par de años atrás dejándolas económicamente protegidas con millones de dólares en una gran cuenta en el banco, además que las personas del servicio ahora eran como su familia.

Pero ambas eran muy distintas una de la otra, mientras que Alice adoraba juguetear por allí, su hermana era muy reservada prefiriéndose quedar bajo techo leyendo un buen libro, Alice siempre había sido una chica soñadora, esperando un príncipe que llegara para enamorarla, y Jasper era el príncipe de ese cuento.

Cada noche Alice moría por que amaneciera de nuevo para poder verlo otra vez, era un círculo vicioso del que no podía ni quería salir, Jasper era lo que ella necesitaba para ser feliz, pues después de la muerte de sus padres, ambas hermanas habían quedado desoladas, cayendo en una profunda depresión, un agujero negro del cual Jasper la había logrado sacar.

No era que Alice no extrañase a la única familia que tenían y que no le doliera que hubieran quedado huérfanas de la noche a la mañana, pero al menos ella trataba de llevar una vida normal, una vida feliz, en cambio Bella aún seguía sumida en su propio mundo, una atmósfera siniestra de tristeza y depresión, como si la felicidad y la alegría le hubiesen dado la espalda para no volver más.

-Vamos Bella, no puedes faltar al baile de la escuela, la temática serán los antifaces y habrá muchos chicos que se morirán por bailar contigo y sabes que no me gusta salir sin ti-Alice insistía otra vez acerca del tema, dado pequeños tirones al brazo de su hermana, ambas estaban sentadas en la orilla de la gran cama de la más chica, de Bella.

Ella sabía perfectamente que Su hermana no quería salir, que no le gustaba convivir con las personas por miedo a encariñarse y perderlas, según ella la muerte de sus padres demostraba que no era lo suficientemente fuerte para resistir un dolor parecido.

Alice se preocupaba mucho al respecto, la había llevado a terapia, la había obligado a irse las dos de vacaciones, practicar algún deporte, lo que sea con tal de sacarla de ese oscuro sentimiento de rencor a la vida, un intento que sin embargo, no parecía estar funcionando.

-Ya te compré un vestido hermoso que dejará a todos con la boca abierta y tú como buena hermana… ¿no vas a dejar que lo desperdicie verdad?-La chica de cabello negro como el carbón, de corazón deseaba que su hermana saliera aunque fuese una sola vez, que las dos pudieran compartir ese momento.

-Alice…-comenzó a rezongar la castaña mirándola con los ojos tristones, ella era apenas consiente de que hablaba en susurros, pero su hermana no la dejó terminar.

-Bella, vamos a ir a ese baile, además nadie te reconocerá, ¡la fiesta es de antifaces!-gritó Alice realmente emocionada, ya todo estaba preparado, solo faltaba que Bella dijera que sí.

-¿Y eso a mí de que me ayuda?, me reconozcan o no, no quiero ir y punto Alice, siempre insistes demasiado en esa clase de cosas pero sabes que yo no soy como tú, no lo quiero ser y nunca lo seré-gruñó saliendo de la habitación, Alice se sintió culpable al instante, no le agradaba pelear con Bella, pero ya no insistiría más, ya no.

Bella corrió al jardín tirándose debajo del viejo árbol de su niñez soltando en llanto casi al instante, odiaba hablarle así a su hermana cuando después de todo había tratado de ser amable con ella, pero no quería salir de casa, después de perder a sus padres, la diversión y felicidad habían quedado prohibidas en su lista de sentimientos.

Pero el miedo de perder a Alice era aún peor, su hermana era su única familia que le quedaba, pero a la vez no podía evitar querer alejarse de ella también, no cuando eran tan diferentes, “a Alice le importa un comino que seamos huérfanas” gruñó Bella mentalmente, ella no se daba cuenta del enorme esfuerzo que le costaba hacerse cargo de ella, que al querer distraerla deseaba que su dolor que punzaba con fuerza su corazón quedara borrado o al menos parcialmente apaciguado, pero si Bella no le daba la oportunidad ¿Cómo lo haría?

Bella siguió llorando con la cabeza entre sus rodillas, si tan solo sus padres no hubieran muerto en ese terrible incendio…

“Piensa Alice ¡piensa!” la pobre chica trataba de ver la manera en como solucionar las cosas con su hermana menor, ahora se sentía atrapada entre a culpa y el deber, ella era parte de las que organizaban ese dichoso baile y ahora había perdido toda ilusión de la noche.

Ella no podía faltar pero tampoco quería dejar a Bella sola y más aún en ese estado, después de pensarlo mejor creyó que lo más cómodo para las dos sería ir al baile sola, bueno iría con Jasper pero aún así la sensación de soledad se aferraba a su corazón como una garrapata.

Alice observó desde la ventana de su habitación la triste escena, Bella tirada bajo el árbol, su único refugio, el lugar donde se sentía segura; con un suspiro de resignación, Alice tomó su vestido y comenzó a arreglarse.

De manera sencilla pero eficaz, ella estuvo lista en media hora, otros quince minutos y Jasper llegaría para irse juntos a lo que se volvería una noche larga.

La chica estaba a punto de tomar su bolso cuando el móvil timbró desde dentro.

-¿Jasper?-preguntó sorprendida, aún no era hora para que fuera a recogerla.

-Alice, surgió algo imprevisto y no voy a poder pasar por ti, así que te veré en el baile, luego te explico, te amo-y colgó.

El corazón de Alice comenzó a latir con fuerza, un presentimiento crecía dentro de ella y no era precisamente el mejor, no era tampoco que desconfiara de Jasper pero aunque su voz era la de él, podía jurar que otro era el que había hablado, además que se había comenzado a preocupar por él.

El baile comenzaba dentro de poco, pero con lo de Bella y Jasper ahora no quería llegar demasiado temprano, además había otras personas que podrían hacerse cargo de todo.

Alice se comenzó a preguntar si al final de todo seguiría siendo buena idea ir a ese tonto baile que le había atraído tantos líos, pero tampoco podría fallarle a Jasper, si no había podido ir por ella era por algo ¿no?

La puerta fue golpeada levemente.

-Pase-accedió ella mientras se colocaba su antifaz frente al espejo.

-Alice, la niña Bella se ha quedado dormida bajo el viejo árbol-dijo su nana.

Alice suspiró, normalmente eso ocurría, cada golpe depresivo dejaba agotada a su hermana.

-Por favor pídele a Jerry que la cargue de vuelta a su habitación por favor, yo estaré en la escuela por si surge alguna emergencia, llámame a la hora que sea nana, y cuida de ella, tú eres quien logra hacerla sentir mejor-ella sonrió-te quiero-le dijo mientras le daba un abrazo.

-Tus padres estarían muy orgullosos de ti, espero que disfrutes de ese baile, te lo mereces-y diciendo esto, su nana de toda la vida salió de la habitación.

“Muy bien Alice, en marcha” se animó a si misma, esperando que Bella se calmara pronto y considerara mejor las cosas.

Pero antes de irse en su auto, colocó el vestido, zapatos y antifaz de Bella sobre la cama de su hermana antes de que la trajeran de vuelta, escribiendo una nota con su delicada letra.

“Bella, hermanita, no quería hacerte sentir así y tenías razón en no tener que hacer todo lo que yo hago, pero no lo hice con esa intención, tan solo quería compartir un momento juntas, así como antes, ojala pudieras apoyarme, no te estoy obligando a nada, solo quiero que seas feliz. “Te quiere Alice”

El auto era veloz, y el camino era corto, aún así las cosas en su mente hacían que todo pareciera lejano y lento, las cosas habían cambiado demasiado rápido.

-Tu pequeña novia me gusta mucho, lamento tener que sacarte del mapa para tenerla-amenazo el tipo rubio.

-¡Deja a Alice en paz! ¡No le hagas daño maldito demonio chupasangre!-gruñó Jasper desde la silla en que estaba atado, mientras trataba de zafarse sin éxito.

-Vaya vaya-él lo rodeo-muchos tardan mucho en darse cuenta de lo que soy, pero preferiría que me llamaras Riley, “demonio” es un poco rudo-se burló el vampiro.

-Lo siento, pero todo esto es por ella y no voy a detenerme nada más por que tu me lo ordenes-respondió aquél tipo alto, rubio y de ojos hipnotizantes color rojo carmesí, con una mirada llena de coraje y astucia, con una leve comisura de sus labios curveada en una ligera sonrisa maliciosa.

-¿Por qué ella? ¿Para que la quieres?-reclamó Jasper con la voz llena de furia, escupiendo cada palabra.

-Normalmente me excusaría diciendo que tengo sed y que su sangre huele delicioso, pero te estaría mintiendo-Riley suspiró-ella es muy hermosa y la quiero como compañera, pero tu estorbas en mis planes, aunque aún no planeo matarte, quien sabe-se encogió de hombros-quizá me sirvas para algo o tal vez seas la primera cena de Alice en su nueva vida, pero por ahora es tiempo que me prepare para un baile, una princesa me está esperando y no quisiera llegar tarde.-

Jasper soltó un grito de desesperación, un grito que podría desgarrar el alma de cualquiera, el amor que le tenía a Alice iba más allá de los límites que se conocían en los adolescentes, él sabía que Alice no bailaría con él esa noche, ella iba en camino a una trampa mortal, en el más estricto de los sentidos.

Riley le había hecho creer que era con él con quien se encontraría, Jasper deseaba fervientemente que hubiera una manera de poderle avisar, de poderle decir que no fuera a ese maldito baile, pedirle que se fuera lejos para que ni Riley ni nadie la pudiera encontrar jamás, pero no podía hacer nada de eso, no con un vampiro vigilándolo como un águila a su presa.

“Alice” pensó Jasper con el corazón destrozado “te amo”



-¡Por fin llegaste!, creí que no vendrías-gritó Rosalie mientras se abría paso de entre la gente al reconocer su hermoso vestido.

-¿Has visto a Jasper?-preguntó ella sin saludar siquiera, la urgencia de saber que le había sucedido la carcomía por dentro, ella deseaba asegurarse de que él estuviera bien.

-Aún no ha llegado pero ¿Qué te pasa? Estás demasiado nerviosa-por suerte Rose la entendía y la conocía lo suficiente como para no hacer preguntas ni reproches cuando la veía así.

-Me llamó para decirme que no vendría por mí, que lo vería aquí en el baile, pero me preocupa, él no es así y sonaba tan…-

Rosalie sabía que era mejor escuchar que hablar, la tensión por la preocupación de su amiga había creado una burbuja de aislamiento alrededor de ellas, el baile, la música y toda la gente allí habían quedado en segundo término.

-¡Mira! Jasper ya llegó-dijo la chica rubia señalando al fondo del gimnasio, Alice lo veía pero el mal presentimiento seguía allí.

“Jasper” pensó Alice con angustia mientras se acercaba con paso cauteloso, “ojala no sea nada malo”

Ahora dar cada paso era como intentar caminar con dos pesados bultos de cemento, con la pura intención de retrasar el momento del enfrentamiento; su cabello tenía ese mismo tono rubio, la complexión era la misma, pero había algo en él que no estaba bien, Alice lo podía sentir incluso aunque sus rostros estuvieran detrás de un antifaz.

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Alo0!! Bueno espero les haya gustado el primer capítulo de “Sin elección”, no se bien a donde se dirigirá este fic o minific, justo en este momento no se que será, pero espero les guste, creo que será un poco dramático, romántico, misterioso y doloroso, XD jajaja, bueno gracias por leer, os dejo con un beso y abrazo, atte. Yocecullen.

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