miércoles, 19 de octubre de 2011

Sin elección...fic


Él la miraba a lo lejos admirando cada detalle de su figura con la perfección que solo la vista de un vampiro podía ofrecer. Podía oler el miedo de la pequeña chica que se acercaba temerosa hacia él, por suerte las luces del baile bien podían ocultar el intenso rojo, haciéndolo parecer más como un tono café, el antifaz cubría una buena parte de su rostro y al parecer el cabello y cuerpo habían hecho que la pequeña pez pescara el anzuelo, ahora ella creía que él era ese tal Jasper.

Él esperó pacientemente hasta que ella estuvo a tan solo un pequeño par de pasos para darse la vuelta y no arriesgarse a que reconociera sus rasgos estando cada vez más cerca.

-Ven-dijo Riley en su rol de novio de Alice, comenzando a caminar hacia fuera del gimnasio por la puerta trasera, oyendo claramente como ella lo seguía temerosa, como si dudara entre ir y no, al menos se había mantenido callada, cualquier palabra hubiera roto el control que el vampiro tenía sobre si mismo para evitar tomar su sangre en ese momento.

Alice tenía un millar de preguntas creadas en su mente, cada una con más fuerza que la otra para salir a través de sus labios, pero la presencia de Jasper frente a ella, la energía que emitía confirmaba que algo andaba mal, pero una sola teoría no había pasado por su mente, que ese no el verdadero dueño de su corazón.

Rosalie observó la escena completa y cruzó los dedos para que todo saliera bien, y aunque la actitud de salirse de allí se veía un poco sospechosa, con la música y todo el resto de la escuela allí, ella pensó que era lo más lógico si lo que ellos querían era hablar.

Él la guió hacia un auto discreto pero lujoso, ella abrió los ojos sorprendida, Jasper no tenía dinero para comprarse un auto, y mucho menos así, Alice se detuvo en cuanto él abrió la puerta del copiloto para ella.

-Jasper-comenzó cautelosa-¿de donde sacaste esto?-

-Confías en mí ¿no es cierto?-

Ella no dijo nada, confiaba en Jasper, pero ahora no estaba muy segura de quien era él.

-Sube Alice, por favor-pidió él con tanta ternura que ella aceptó en automático, Riley era muy hábil para los engaños y como si no costara el mínimo esfuerzo para él, imitó la voz del chico Hale a la perfección.

En cuento ella estuvo dentro del auto, la puerta se cerró y él subió del otro lado con una agilidad y elegancia propia de un inmortal.
-¿A dónde vamos?-

-Espero que no te moleste que haya tomado una decisión por los dos y te haya preparado una sorpresa que jamás podrías imaginarte-

-Supongo que no me molesta-Alice seguía cautelosa, la tensión en el auto era bastante fácil de sentir-pero quisiera saber…olvídalo.

Riley no contestó nada a eso, él no necesitaba poner realmente mucha atención en el camino, pero no debía decir mucho, él también podía sentir la desconfianza de parte de Alice, no podía arriesgarse a que ella se negara a ir con él y arruinar “su sorpresa”.

Ambos seguían con los antifaces puestos, ella parecía una muñequita de porcelana de épocas antiguas, hermosa, delicada y frágil con una piel pálida característica de su familia y el cabello negro como la noche cayendo en suaves ondas sobre sus hombros, antes lo había tenido corto peinado en pequeñas puntas en distintas direcciones, pero lo había dejado crecer con tal de tener algo más en común con Bella.

Él vestía también un traje antiguo, pero a la vez moderno que lo hacía ver aún más atractivo, el cabello rubio tan sedoso que parecía querer invitar a cualquiera a perderse en él.

Riley por si mismo ya era atractivo, pero al convertirse en vampiro sus facciones eran aún más perfectas, haciéndolo ver casi imposible.

Alice pudo ver a lo lejos un par de luces encendidas en una vieja pero cuidada casa, era apenas un poco más grande que la cochera de su mansión, pero conservaba un aire lindo y misterioso.

-Ya llegamos-anunció Riley mientras aparcaba frente al pequeñísimo jardín.

Él se bajó y a velocidad humana corrió a abrir la puerta de Alice, quien a su vez estaba acostumbrada a los tiernos cuidados de Jasper como caballero, ella tomó su mano para bajar cuando este se la ofreció, Riley sonrió ampliamente, ella era tan delicada en cada movimiento, definitivamente la quería solo para él.

Riley había visto nacer a Alice, crecer dentro de la alta sociedad como una hermosa flor en un perfecto jardín, una belleza en potencia desde su adolescencia, la había deseado desde su primer día de vida, solo tuvo que ser paciente unos 18 años para poder reclamar la recompensa a su larga espera.

Ella tomó su brazo dejándose guiar hacia el interior de la casa, el corazón de Alice latía con toda su fuerza a cada paso que daba, latía desbocado por el miedo y la preocupación, ambas sensaciones ocultadas detrás de una postura relajada y un antifaz.

Riley abrió la puerta al rodar el picaporte, la chica observó el interior de la casa con solo un vistazo de reconocimiento, no veía nada que fuera indicio de una sorpresa o de algo especial, la espina en su costado parecía atravesarla ahora.

-Jasper…no entiendo nada, has estado muy extraño desde la tarde cuando me llamaste…-pobre Alice, podía sentir las lágrimas queriendo salir de sus ojos amenazando por salir, la desesperación y la incertidumbre tenían sus nervios al límite sin siquiera haber sucedido nada aún, pero su instinto siempre había sido muy fuerte y ahora parecía casi estar advirtiéndole a gritos que saliera de allí.

Riley la ignoró y caminó hacia la habitación de junto asegurándose de que ella lo viera para poderlo seguir, Alice cayó en el juego como una niña y caminó detrás de él, con el ferviente deseo de acabar con eso de una vez por todas.

-¡Jasper!-gritó Alice en cuanto vio el cuerpo débil y gastado de su novio amarrado de pies y manos a una vieja silla de madera, corriendo hacia él hincándose para asegurarse que se encontrara a salvo.

-Sal de aquí-susurró el verdadero Jasper usando unas de las pocas fuerzas que le quedaban.

Alice acunaba su rostro en un intento de reanimarlo de alguna forma, pero Jasper se veía cansado y enfermo, prácticamente no podía sostener su cuello por si mismo.

Ella tenía casi toda su atención en él, pero en cuanto salió de ese shock, se dio cuenta del engaño en el que había caído.

-No te preocupes amor, vamos a salir de aquí, te llevaré al hospital y vas a estar bien-prometió.

-Alice, déjame a mí y sálvate tú-

-Nunca-se negó entre sollozos-no te dejaré y te prometo que el que te hizo esto lo pagara muy caro-

Jasper miró aterrorizado sobre el hombro de su novia, como si hubiera visto un fantasma, Alice sintió como un escalofrío recorría su espalda lentamente, sintió el peso de una fuerte mirada que le ponía los pelos de punta, imaginando unos ojos sobre ella, llenándola de terror, un miedo que no fue nada comparado cuando al girar los pudo ver directamente, confirmando el horror que se había estado acumulando en su interior.

-¡Sorpresa!-





Bella había descansado ya lo suficiente como para poder tener su mente despejada y poder pensar con claridad.

Giró sobre si misma encontrando que ya no estaba más en el jardín bajo su árbol favorito, sino en su cama suave y caliente, pero pudo sentir una tela distinta bajo sus dedos, y otra textura…una hoja de papel.

Bella no pudo evitar sentir su corazón hinchándose al ir leyendo las palabras de su hermana, pues ella sentía lo mismo, odiaba tanto esas peleas como Alice y no podía sentirse así con ella por mucho tiempo.

Pero también se sorprendió al ver el vestido azul que Alice había elegido para ella y el antifaz de brillantes que lo acompañaba. No era que tuviera pensado ponérselo pero agradecía el gesto, además no daba tiempo de jugar a las muñecas, debía salir a buscar a su hermana ahora.

Bella tomó un suéter, las llaves de su auto y salió en camino al baile, supuso que Alice la pasaría mejor si las cosas entre ellas se arreglaban. Alice conducía más rápido que la pequeña castaña, pero aún así Bella era una de las chicas más veloces del lugar, y tal como se esperaba, no llegó demasiado tarde, al menos para el baile.

Ella suspiró aliviada en cuanto vio el lujoso porshe de su hermana estacionado fuera del instituto, era tiempo de dejar de ser la deprimida Bella y volver a ser la alegre Isabella Swan que siempre había sido, alguien que pudiera compartir una tarde con su hermana, con la loca de Alice y sonreír por el simple hecho de bailar sin pensar en un simple baile escolar.

-¡Rose! ¿Has visto a mi hermana?-preguntó Bella en cuanto pudo reconocer a la despampanante rubia de entre todo el gentío.

Rosalie no respondió enseguida por el ruido que ahogó las palabras de Bella, fue hasta que esta le dio un pequeño golpe sobre su hombro, entonces fue cuando la chica Hale volteó y sonrió sorprendida.

-¡Bella! ¿Qué haces aquí?, con esa ropa sospecho que no es para el baile ¿no es cierto?-gritó sobre la música para que Bella la pudiera escuchar.

-Por favor solo necesito que me digas donde esta mi hermana, necesito hablar con ella-pidió Bella golpeando el piso con el pie impaciente.

Rosalie asintió y señaló en dirección a la salida trasera del gimnasio, por donde Alice y “Jasper” habían salido minutos antes.

-¡Gracias!-gritó Bella sobre su hombro mientras corría abriéndose paso hacia la salida.

Bella salió golpeando la puerta, al salir el ruido del baile quedó ahogado para solo quedar en un sonido sordo, la cuidad estaba en demasiado silencio, pues todos los adolescentes del pueblo estaban reunidos en una sola habitación, era como si prácticamente todo estuviera vacío.

Bella gritó el nombre de su hermana varias veces mirando en todas direcciones, pero no encontró ni a Alice ni a nadie que pudiera decirle donde encontrarla, Bella sentía que algo mal estaba allí, que algo no cuadraba en el comportamiento de los dos, ni de Jasper ni de Alice, ellos hubieran estado en el baile como buenos organizadores y anfitriones, salirse de allí y desaparecer así nada más, hacia que un mal presentimiento creciera dentro de ella, Alice compartía sangre con ella y esos lazos las unían más allá que un simple apellido.

Bella se sumergiría en una búsqueda, hasta encontrar una respuesta, y cualquiera que fuese esta, ella debía asegurarse que su hermana estuviera a salvo.

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Alo0!! Bueno espero les haya gustado este segundo cap de Sin elección, para ser sincera no se hacia donde me llevara esto, pero espero que les vaya gustando por que lo estoy escribiendo con esmero, gracias por leer y espero pueda merecer un review. Atte. YoceCullen

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