miércoles, 25 de julio de 2012

9.-DULCE TENTACION...mi amado enemigo


POV EDWARD

La mentira estaba llegando más allá de lo que yo hubiera querido, ella me había creído y había depositado toda su confianza en mi, sin en cambio había cometido un grave error, había visto algo que antes la venganza me negó ver, si, y aunque me doliera admitirlo, Isabella empezaba a llamar mi atención.

Al salir del hospital ella se había mostrado tan dulce y tan distinta sin estar tras esa máscara de agresividad sin estar a la defensiva y en su condición de recién dada de alta se veía tan frágil, yo había temido por su vida misma, y en ese momento había sido por el riesgo que yo corría si a ella le pasaba algo pero ahora ella era una persona distinta y si le pasara algo mientras estuviera conmigo no me lo perdonaría.

Era increíble como las cosas habían cambiado tanto, cualquiera al que le contara mi historia diría que estaba loco al cambiar mis sentimientos hacia una chica de un día para otro, en especial si esa chica era la hija del tipo que metió a mi hermano a la cárcel y que yo había secuestrado orillándola a tratar de suicidarse dos veces, simplemente no tenía sentido.

Pero ahora, ella de verdad creía en que yo era su novio y comenzaba a verme como tal, es más, se había sorprendido de esa mentira-verdad pues creía que no era lo suficientemente guapa como para poder emparejarse conmigo, y no era que yo estuviera ciego pero ahora me daba cuenta de lo atractiva que era ella.

-Bienvenida a nuestra casa-le dije en cuanto llegamos a la cabaña, había pensado lo suficiente en el camino a casa como para poder actuar de nuevo con naturalidad.

-Gracias-me respondió para después hacer una pausa-¿ya te puedo decir Edward?-preguntó.

-Claro, pero ¿Qué tiene de malo Joseph?-pregunté con curiosidad, ni siquiera imaginaba que recordara ese dato, pero me aliviaba de cierta manera, así no tendría que recordar a cada momento que ahora tenía otro nombre y no contestar cuando me llamaba así.

-No me gusta, se que quizá no tenga mucho sentido pero Edward me gusta más-me dijo sonriendo, ¡rayos! Era hermosa.

-Y yo te diré Isabella, si jugamos a cambiar de nombre-le sonreí mientras la guiaba hacia el sofá, ella necesitaba descansar y además tendría que tenerla metida un tiempo allí con alguna excusa para no tenerla que encerrar pero por suerte ella recién salida del hospital era la excusa perfecta.

-Dime Bella-protestó.

-¿Por qué?-

-Suena mejor y además te ahorras tres letras-bromeó, parecía como si de verdad la conociera de años, bajo las circunstancias ahora me era difícil recordar como era que la había llegado a odiar tanto.
Ella se sentó y yo al lado suyo, pero de pronto tomándome desprevenido se acercó a mi y se acurruco en mi pecho, me tensé al sentirla tan cerca, pensar que podría hacer con ella lo que yo quisiera y ella lo haría con gusto sin saber que realmente no éramos nada y que yo era quien la mantenía lejos de su padre, pero por ahora no pensaba decirle nada, y para aparentar la apreté un poco más fuerte a mí pasando un brazo por su espalda.

Pero de nuevo otro asalto, no pude adivinar sus intenciones hasta que preguntó.

-¿Por qué no me besas?-preguntó sin rodeos, había logrado dar con mi talón de Aquiles, yo no imagine siquiera besarla, aquella vez que la provoqué fue en parte por molestarla, en parte a ponerle un alto y de paso atormentar a Charlie, pero por iniciativa propia no lo hubiera hecho nunca, o al menos eso creía, pero ahora ella había dado en un punto importante, si éramos novios teníamos que besarnos y en el peor de los casos…bueno yo no pensaba llegar a tanto la verdad pero…

La forma en que sus labios se movían al hablar, sus ojos brillantes al verme, llenos de la ilusión de la mentira, la forma en que se sonrojaba al momento que yo la descubría mirándome en el coche, ¿para que me engañaba?, si, ella me atraía y para mi propia seguridad era demasiado, pero la carne es débil y yo en eso no podía oponerme por mucho tiempo…

Así que no respondí a su pregunta, si quería besarla lo haría.

La tomé por sorpresa, de eso me di cuenta en la forma que mantuvo cerrada la boca por unos segundos, pero ella también se rindió, cuando por fin juntamos nuestros labios limpiamente pude sentir su aliento dentro de mi boca, saboreándolo y deseando más a la vez, ¡cielos! ¡Besaba extremadamente bien!, mi cuerpo me fue traicionando pero no me importó, la tomé por la cintura y la fui recostando en el sofá con cuidado, el instinto del deseo afloró en mí, pero cuando el de la razón estaba a punto de desaparecer, recordé que esto había sido el error que tanto había cuidado no cometer y que ahora me tendría que alejar más o si no las cosas terminarían mal.

-Esto no puede pasar-dije para mis adentros o al menos eso creí, por que Bella rezongó con la respiración agitada como la mía.

-¿Por qué no?-preguntó desconcertada.

-Por que me estoy traicionando a mi mismo, lo siento Bella, puedes hacer lo que quieras aquí, yo necesito estar a solas un momento-le dije hablando como robot de lo confundido que estaba, soltando las palabras por automático, me separé de ella y salí hacia el bosque, no quería enfrentarme a más preguntas y estar cerca de ella, bueno digamos que ya no sería lo mismo, ahora no podría sacarme de la mente su sabor.

¿Qué estaba haciendo?, en cuanto ella recobrara la memoria me odiaría aún más de que me estuviese aprovechado de ella, ya me había prometido cuidarla, esperar hasta que estuviera mejor para decirle la verdad si no era que la recordaba primero, devolverla a su padre y sacar a mi hermano de la cárcel, pero ser tentado por ella no era algo para lo que estuviera preparado.

Simplemente no debía seguir con eso, pero dudaba ciertamente que ella se quedara sin preguntar y olvidara el tema de los besos en el menor de los casos, pues supuse que ella también había deseado algo más, pero dadas las circunstancias en ese momento me alegré de no haber seguido adelante, era claro que, ella y yo deberíamos hacer como si no conociéramos al otro, por mi parte trataría de hacerlo pero no estaba seguro que ella prometiera lo mismo.

Pero me había quedado sin ideas, todo iba tan bien que no pensé en lo que una relación conllevaba, y más si se supone que vivíamos juntos, ¿Qué debía esperar? ¿Qué ella se quedaría vistiendo barbies en lo que yo planeaba su liberación?

Que iluso había sido al no ver lo que se avecinaba, y yo que creí que nada se me podía escapar, el amor era un juego peligroso y yo estaba dispuesto a perder, no al menos por una chica, si era cierto que las cosas habían cambiado debía mentirme a mi mismo y volver a la relación de un inicio, ¿pero como lo haría?, la verdad era otra, la verdad era que después de haber visto como era ella, de ver como ella había aprendido a quererme y confiar en mí, yo ya no tenía el corazón para encerrarla, no quería que ella tuviera un motivo para intentar acabar con su vida de nuevo y mucho menos que ese motivo fuera yo.

La trataría bien, la cuidaría y le daría lo que necesitara mientras estuviera conmigo, tal vez si la trataba bien pero con distancia esto no pasaría de una fuerte atracción y nada más.

Ahora aquí parado fuera de la casa estaba celoso del bosque, deseaba tener esa tranquilidad que emanaba de el, pero en recompensa la naturaleza había traído a mí la manera de pensar mejor las cosas, así que dejé que aire despeinara mi cabello, cerré los ojos y me quedé allí de pie escuchando todo a mi alrededor.

De repente oí unos pasos tímidos en dirección a mí, supe que era Bella por la forma en que la oía respirar, no me giré por que necesitaba relajar mi mente unos instantes más, pero antes de que ella llegara a mí oí como una rama tronaba y pensé que solo era eso, pero me deshice de la idea en cuanto la oí.

-¡Ay!-oí gritar a Bella muy cerca de donde yo estaba, reaccioné de inmediato.

-¡Bella!-grité yo y corriendo llegué a donde ella estaba tirada en el suelo tocando su tobillo, con un gesto de dolor.

-¡Duele mucho!-se quejaba una y otra vez, no pude evitarlo, me preocupaba de verdad.

-¿Qué te pasó?-le pregunté mientras con cuidado examinaba su tobillo.

-Venía a buscarte pero me tropecé con esta rama-dijo señalándola-creo que me torcí en tobillo-hizo una mueca de dolor-me duele mucho, lo siento.

-¿Por qué te disculpas?-le pregunté mientras la levantaba con cuidado y la ponía en mis brazos.

-Por que por más que trato siempre te causo problemas, supongo que por eso no quisiste…bueno comprenderé si ya no quieres nada conmigo-respondió acurrucándose en mi pecho mientras íbamos camino a la cabaña.

¿Por qué decía eso?, bueno técnicamente no era mentira, ella sí me había causado problemas pero ella lo había comprendido de otra forma, la verdad era mucho más complicada que la mentira, pero al menos no tendría que estar con ella de esa forma, no era que fuese un sacrificio besarla pero quizá manejar las cosas con cierta distancia sería lo mejor.

-Ya no digas nada, por ahora solo tienes que ser prudente y cuidarte para poderte recuperar, no temas decirme si necesitas algo, a cambio solo te pido una cosa-le dije.

-¿Cuál?-preguntó mientras gemía por el dolor del tobillo.

-No salgas de esta casa hasta que estés totalmente recuperada, después de eso veremos que sucede-le pedí.

-Eso puedo hacerlo, pero aun no me has dado una respuesta-rezongó.

-No me has preguntado nada-le contesté mientras entrábamos en la casa y ahora en lugar de recostarla en el sofá la llevé a la recámara y la bajé con cuidado.

-Técnicamente, pero quiero saber si aún quieres seguir conmigo o no-

-Te traeré hielo-dije evitando aquella cuestión, salí por la puerta y me dirigí a la cocina para sacar el hielo y pensar una respuesta inteligente.

Si le decía que “ya no quería nada con ella”, por supuesto Bella querría irse en el momento en que se lo dijera, ella era orgullosa y no querría estar bajo mi cuidado a menos que entre nosotros existiera algo, pero si eso pasaba, si yo la dejaba creer por más tiempo que éramos novios, no podría asegurar que ella se conformara con abrazos. ¡Que complicado era!

Tomé el hielo y lo puse en un trapo en el mismo momento en el que tomé una decisión.

Entré de nuevo en la habitación y allí estaba ella tendida en mi cama, tan delicada, verla recostada de esa manera me hizo reconsiderar mi propia decisión, pero debía mostrarme firme, pero antes le dí el hielo.

-Toma, ponlo sobre tu tobillo, ayudará a que se desinflame-

-Gracias-dijo sonriendo.

-Y sobre tu pregunta-hice una pausa-la verdad es que claro que quiero seguir contigo, pero nada de besos ni otro tipo de cosas hasta que te recuperes.

-¿Por qué?-preguntó dolida.

-Por que no quiero dejarme llevar, te haría daño y no quiero hacerlo-respondí.

-Tú no me harías daño, es verdad que no recuerdo nada de ti y que confío en ti a ciegas pero la forma en que te preocupas por mi… ¿besarme estuvo tan mal?-preguntó con los ojos húmedos.

-Si-respondí, pero en cuanto la vi llorar me arrepentí de inmediato, claro que besarla había estado mal, pero ella lo interpretó mal, ella creyó que yo no lo había disfrutado, ¿Por qué las mujeres eran tan complicadas?

-¿Por qué lloras?-le pregunté dulcemente, no quería ni me gustaba verla así.

-Me duele mucho el tobillo-respondió con voz ronca.

-Bella…-le pedí para poder aclararle su mala interpretación pero ella levantó una mano en señal de negación.

-¿Puedes dejarme a solas un minuto?-me pidió llorando, asentí y salí de allí.

Las cosas estaban saliendo bien para mí pues si yo la hacía sentirse mal ella no intentaría besarme, mantendría la distancia, como ahora que me había pedido dejarla sola, pero no me gustaba el precio que había tenido que pagar, ella sufría, y yo ya la había hecho sufrir bastante…

POV BELLA

Él salió por la puerta y yo lo miraba como una boba, en el hospital me había demostrado ser tan comprensivo, tan amoroso y ahora no quería besarme, era tonta su excusa de no lastimarme, yo tenía un golpe en la cabeza, cortadas en las muñecas y ahora un tobillo torcido pero un beso no me mataría, nunca había visto una primera plana con el título de “El beso de la muerte”, ¿para que me hacía la tonta?, si él no me quería besar era por que quizá yo no era lo suficiente para él tal y como lo había supuesto al principio.

Pero lo peor de todo era que yo si quería estar con él, era tan cuidadoso, tan lindo y caballeroso que no me importaba si tenía que perder la memoria todos los días para enamorarme de él a cada momento, me había adherido a él como si fuera mi oasis en medio del desierto, no quería separarme de él pero debía irme de allí, ya encontraría un lugar donde quedarme hasta buscar un trabajo o algo así.

El problema ahora era mi tobillo, así no podía caminar, y a pesar del hielo aún tendría que esperar unos días a que se desinflamara, pero en cuanto estuviera mejor saldría de aquí inmediatamente…
…Los días pasaron y mi tobillo mejoró, aún me faltaban unos cuantos días más para recobrarme de casi haberme desangrado pero como ya podía caminar no me importaba eso, me recobraría después.

Edward me había comprado ropa, argumentando que necesitaba distraerme con algo y estrenar nuevas cosas, pero no me había dejado salir, él me la trajo a casa según él por que mi tobillo aún no estaba del todo bien, así que tomé solo un poco de la ropa que él me había dado y la guardé en una maleta que había encontrado en su clóset.

Aproveche que él había salido a comprar los víveres para empacar, cuando por fin estuve lista arrastré la maleta hasta la entrada y volteé a ver el sofá, donde al menos para mí había sido nuestro primer beso y recordé como él no se había dejado seducir y su fuerza de voluntad era impenetrable, como yo había buscado sus labios de nuevo, como lo había atraído hacia mí y de cómo él solo correspondía con una sonrisa y su típica frase de “hasta que te recuperes”, esa era una de las razones por las cuales también me iba.

Si el no quería estar así conmigo, si él no me deseaba como yo a él, ¿Qué me quedaba?, así que le dirigí la última mirada a la que había sido mi casa todo este tiempo y me giré para salir…

POV EDWARD

Bella no ponía sencilla la situación, cada día encontraba la forma de incitarme a besarla de nuevo y yo usaba todas mis fuerzas para no hacerlo, pero ella era tan persistente, se las arreglaba para verse tan bien y tierna a la vez, me volvía loco.

Nunca nadie me había alterado de esa manera, ni ocupaba mi mente a cada momento como ella, no quería reconocerlo, no quería aceptarlo, pero la atracción se estaba volviendo algo más…

Por la mañana había salido a comprar cosas que faltaban en la casa, no quería tardarme por si ella necesitaba algo o por si yo necesitaba verla, así que pisé el acelerador y llegué a casa más pronto de lo que generalmente tardaba.

Abrí la puerta y allí estaba ella con una maleta en la mano y mirándome con los ojos abierto como platos, poniéndose pálida, como si en lugar de verme con bolsas de víveres yo llevara un cuchillo en mano.

-¿Qué pensabas hacer?-le pregunté un tanto alarmado, si hubiera tardado más…

-Me voy por que no quiero seguir siendo una carga para ti, entre tu y yo no hay nada, al menos por tu parte y no quiero seguir en casa de alguien que solo me ve como una amiga, te agradezco todo lo que has hecho por mi pero me voy a buscar otro lugar donde vivir-me respondió en cuanto recobró el aliento.

-Bella…no lo hagas-

-Lo siento Edward-dijo y trató de esquivarme para salir pero no se lo permití.

-Bella, no te vayas…quédate aquí…-le pedí pero ella me miró y negó con la cabeza.

-No puedo, no tiene sentido-

-Claro que lo tiene, quédate aquí, quédate conmigo…-y diciendo esto solté las bolsas y la tomé en brazos para así llevarla dentro de la casa mientras la besaba con toda la necesidad contenida todo este tiempo.

No pude más, sabía que la forma de hacerla quedarse era convencerla de que valía la pena estar conmigo y yo quería que así fuera, quería que ella fuera mía, que me amara a cada momento como yo a ella, demostrarle que la amaba y que la protegería contra viento y marea, y que en el momento en que ella se enterara de la verdad pudiera perdonarme.
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Alo0!! Bueno aquí está el cap #9 de MAE, espero les haya gustado, gracias ante nada por leer, ¿Cómo las cosas han cambiado verdad?, pero no crean que todo es miel sobre hojuelas, no crean que ya se perdió el instinto astuto de Edward, ni que Charlie se quedará con los brazos cruzados, pronto la verdad sobre el caso de Emmett saldrá a la luz.

Aún faltan algunas cosas por completar, no crean que se enamoran y ya, aún faltan algunos caps pero ya casi llegamos a la recta final, y si, es gracias a ustedes y los coments que tanto ayudan a que aquí este lo más pronto que puedo un cap que les guste e interese.

Gracias por todo, por leer, por dejar sus coments, y por apoyarme, atte. YoceCullen

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